20 julio 2012
MÉXICO – Seguidores de un tal "obispo" que se hace llamar Martín Le Tour, destruyeron dos escuelas en la comunidad Nueva Jerusalén, municipio Turicato, en el oeste mexicano, esta semana que concluye, mientras pobladores denunciaron ante las autoridades que han sufrido una persecución "sin descanso," encaminada a impedir el derecho de los niños a la enseñanza escolar.
El susodicho prelado se autodenomina como "guía religioso," mientras es desconocido por la Iglesia Católica aquí, que tiene como principal figura de culto a la Virgen del Rosario.
Su grupo busca el rescate de la vida tradicionalista religiosa, de manera que sus celebraciones litúrgicas las hacen en latín, cantan noche y día, se rigen por un reglamento que ellos mismos han confeccionado que cuidan los llamados "policías celestiales," quienes no tienen permiso legal para el desempeño de esa función, lo cual viola los derechos constitucionales del país.
La destrucción de las escuelas es porque están en contra de la educación, al calificar de "asignaturas prohibidas" a las ciencias naturales y otras que aducen diabólicas, porque descubren la sexualidad de las personas.
Si bien el pasado año los pobladores afectados establecieron denuncias ante las autoridades gubernamentales y la Secretaría de Educación del Estado por presuntos acosos, lo cierto es que solo el pasado 3 de junio agentes de la Procuraduría local acudieron al llamado de las víctimas, cuando un grupo de civiles y maestros fueron agredidos y amenazados por la "secta católica."
Mientras, una comisión de funcionarios del Gobierno llegó hasta el lugar, a fin de mediar en el conflicto que tiene al borde de una confrontación mucho más seria a sus comunitarios, en una de las regiones de mayor pobreza y donde actúan, impunemente, bandas del llamado crimen organizado.
Según el alcalde de la Nueva Jerusalén, el conflicto viene dado por el abandono de las costumbres tradicionalistas del 40 por ciento, de una población de unas dos mil 500 personas, mientras que en una reciente reunión con Fausto Vallejo, gobernador del Estado de Michoacán, se acordó darle al asunto un marco legal, de manera que se establecerá un patrullaje que impida las acciones del "cuerpo celestial" y devuelva la seguridad a esa zona, mientras se le busca una solución al conflicto a corto plazo.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación FUENTES: El Universal de México y Terra
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