"Todos ellos estaban atónitos y perplejos, y se decían unos a otros: "¿Y esto qué significa?" –Hechos 2:12
Los días posteriores a la resurrección deben de haber sido estremecedores y difíciles de comprender para los seguidores de Jesús. De hecho, algunos de ellos habían visto al Cristo resucitado, en el aposento alto, en el camino a Emaús, e incluso habían tocado sus heridas y compartido una parte de pescado. Ahora se encontraban todos juntos en una habitación, esperando. No debió ser fácil para ellos, apretados en un espacio pequeño, preguntándose qué estaban esperando y qué se esperaba de ellos, cuando de repente vino el viento, las lenguas de fuego y empezaron a hablar en otras lenguas.
Mirándolos desde fuera, la multitud de la calle preguntaba "¿Y esto qué significa?." Pero es muy posible que incluso algunos de los seguidores de Jesús, que habían visto muchos milagros y escuchado de primera mano al Hijo de Dios, se hicieran esa misma pregunta: "¿Y esto qué significa?."
Al leer el relato del primer Pentecostés nosotros también nos preguntamos "¿Y esto qué significa?." Aquellos que se encuentran en medio de una crisis política o financiera, de la violencia, la ocupación, la guerra o el conflicto se preguntan "¿Y esto qué significa?." Aquellos que son perseguidos a causa de sus convicciones y su fe se preguntan "¿Y esto qué significa?." Aquellos que se han convertido en refugiados o que han sufrido desastres naturales, como inundaciones y sequías, terremotos y tsunamis, se preguntan "¿Y esto qué significa?." Aquellos que padecen VIH/SIDA o que luchan para poder dar alimentos, agua potable, alojamiento y educación a sus familias se preguntan "¿Y esto qué significa?." Aquellos que sufren el dolor de la pérdida prematura de un ser querido se preguntan "¿Y esto qué significa?." Aquellos cuyos países que están en peligro de desaparecer debido al cambio climático se preguntan "¿Y esto qué significa?."
Al reflexionar acerca del día de Pentecostés, nos damos cuenta de que en este acto del Espíritu Santo se ensalza la diversidad del pueblo de Dios. Los seguidores no provienen de las mismas naciones ni hablan el mismo idioma. No están de acuerdo en la forma de interpretar lo que han vivido o visto. Pero todos reconocen las maravillas de Dios y su poder de transformarlos tanto a ellos como a su mundo.
Del mismo modo que el poder del Espíritu Santo se posó entonces sobre los creyentes, viene hoy a nosotros. La presencia viva de Jesucristo prosigue la obra salvadora de curación de nuestro mundo roto y viene a infundirnos aliento, esperanza y el poder transformador del amor.
Que el mismo Espíritu Santo de ese primer Pentecostés nos llene una vez más para que, como aquellos que se encontraban en esa habitación aquel día, nos llenemos del amor de Dios y de una nueva comprensión mutua. ¡Y que seamos transformados para poder proclamar las maravillas de Dios al mundo de hoy!
Presidentes del Consejo Mundial de Iglesias:
• Arzobispo Dr.Anastasios de Tirana y de Toda Albania, Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Albania
• Sr. John Taroanui Doom, Iglesia Protestante Maohi (Polinesia Francesa)
• Rev. Dr. Simon Dossou, Iglesia Metodista en Benín
• Rev. Dr. Soritua Nababan, Iglesia Cristiana Protestante Batak (Indonesia)
• Revda. Dra. Ofelia Ortega, Iglesia Presbiteriana-Reformada en Cuba
• Patriarca Abune Paulos, Iglesia Ortodoxa Tewahedo de Etiopía
• Revda. Dr.Bernice Powell Jackson, Iglesia Unida de Cristo (EE.UU.)
• Dra. Mary Tanner, Iglesia de Inglaterra
Consejo Mundial de Iglesias
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