4 mayo 2012

ASUNCIÓN, Paraguay – Alegorías, cantos de "estacioneros" y una multitud de católicos portando velas durante una procesión, dieron vida este jueves, en esta capital, a la tradicional celebración del Día de la Cruz, conocida en la lengua guaraní como Kurusú Ara.

En esta festividad se produce la fusión de la cultura aborigen guaraní con la cristiana, representada la primera por elementos naturales tales como el árbol o gruta del laurel y las "chipas" (hechas de harina de mandioca o maíz); elementos de la Madre Tierra que simbolizan el culto a la fertilidad de la vida, mientras que en la segunda está la muerte en la cruz y la resurrección de Jesús, en una tradición que vincula gastronomía y fe.

La procesión, con la Cruz al frente, partió del Panteón de los Héroes, llegó hasta el palacio de Gobierno y concluyó frente al Centro Cultural de la Ciudad, a un costado de la sede de Gobierno. El símbolo fue venerado durante todo el día, colocado en un altar con un gran pesebre del cual colgaron, como adorno, un centenar de "chipas" y, luego, el evento comenzó con una representación alegórica a la Batalla de Constantino para instaurar el catolicismo en el mundo, 300 años después de la muerte de Cristo, de donde se afirma que surgió este tipo de festividad que se celebra en varios países.

Por su parte los grupos corales conocidos como "estacioneros," entonaron lastimeras canciones en idioma guaraní, con cantos de alabanzas a la Cruz en memoria de la Pasión de Cristo y su resurrección al tercer día de ser crucificado.

Así, desfilaron cientos de feligreses con antorchas, candiles y velas hasta el Centro Cultural cantando y haciendo oraciones, mientras decenas de panes fueron repartidos entre la multitud, en memoria de aquellos indios que, frente al español colonizador, veneraban el "Kurupí," conocido en la cultura indígena como el dios de la abundancia, la germinación y la procreación.

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación