17 febrero 2012 por Amparo Beltrán
COLOMBIA – ¨Fui forastero y me acogiste¨, con este lema se realizó la asamblea del Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los Pueblos de América Latina "Oscar Arnulfo Romero"-SICSAL, en la que participaron 45 delegadas y delegados de 21 países y de casi todos los continentes: América desde Canadá a la Argentina, Europa, Australia y Japón, entre el 8 y 14 de febrero en la ciudad de México.
La preparación fue sobre el tema de migraciones. Varias de las organizaciones que pertenecen a SICSAL realizan este trabajo en sus países y los que directamente no lo hacen se informaron de lo que se está haciendo al respecto. De ahí que fue tan enriquecedora la asamblea.
Los anfitriones prepararon una excelente agenda al respecto y permitieron tener la experiencia directa con los migrantes que pasan por Mèxico. Se calcula que entre 800 y mil migrantes diariamente atraviesan la frontera sobre los trenes de carga.
Los y las participantes visitaron la "Lechería" un albergue de los 54 que la iglesia católica tiene en las rutas que siguen los trenes que se dirigen a varias de las ciudades fronterizas con Estados Unidos y en los que los y las migrantes pueden descansar, encontrar alimento y ropa para continuar la ruta en esa búsqueda de dignidad. Se conversó y escuchó a estos migrantes que arriesgan su vida para sostener a sus familias. Ellos también en su descanso hacen pinturas y la que mas impresionó fue a un caminante con una frase en la que se recalca: "Si el migrante no es tu hermano, Dios no es tu Padre."
Sobra decir que la asamblea motivó a llevar un compromiso serio y hacer una campaña mundial a raíz de la representación sobre la frase anteriormente señalada.
Se realizaron también elecciones a la presidencia de la organización que tiene la característica de ser colegiada. Como en los últimos años se ha recalcado el enfoque de género y ahora se empieza a enfatizar el ecumenismo se eligió a Emilie Smith, presbítera de la iglesia Anglicana, canadiense, misionera en Guatemala y al obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, que vive la herencia de Monseñor Oscar Romero, ambos por dos años.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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