31 enero 2012
CIUDAD DE PANAMÁ – Una nueva ley, promulgada el 3 de febrero de 2010, referida a la donación de órganos, podría atentar contra religiones que, en Panamá, cuidan de su cuerpo y evitan cualquier forma de profanación, según dijo un diario local aquí, al que mostró sus preocupaciones un obispo metodista.
Dicha legislación establece que cuando una persona sufre muerte encefálica, si seis horas después ningún familiar niega la posibilidad de usar sus órganos en otros enfermos, esta se convierte de forma automática en donante.
El reverendo y obispo de la Iglesia Evangélica Metodista de Panamá, Pablo Morales, dijo que a pesar de lo positivo de la práctica, en tanto es una vía de salvar vidas que dependen de la donación de un órgano específico, podría convertirse en un problema para aquellas religiones que tienen como norma que el cuerpo no debe ser profanado, de ninguna manera, tras la muerte de la persona, lo cual se convertiría en una falta de respeto a quienes profesan ese tipo de fe.
De manera que pidió actuar con cautela y velar poque cada caso sea bien verificado, en cuanto al consentimiento de familiares, cuando la ley podría provocar confusión y generar temor a la hora de llegar a un hospital con un familiar grave, de modo que sería necesario un papel por firmado y notariado que de fe de la autorización.
Por su parte, el abogado Miguel Antonio Bernal, dijo en el sitio digital DÍAADÍA.COM que el propósito de esa ley es el de incrementar el en país istmeño la cantidad de personas que puedan salvar a otras donando sus órganos, cuando en Panamá no existe cultura en este sentido y resulta una efectiva fuente para salvar vidas.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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