18 noviembre 2011
pro Julio A. Carles

CIUDAD DE PANAMÁ – Mientras unos jóvenes entregan su vida a la delincuencia y al vicio, otros se alejan del malvivir y se capacitan para llevar un mensaje de transformación a su generación, como ocurre con más de 700 jóvenes que asistieron al gran campamento juvenil, que se realizó en un complejo propiedad del concilio evangélico de las Asambleas de Dios de Panamá, en el distrito Oeste de San Carlos, esta semana.

El lema del campamento de este año fue Misión 3:16 y estaba dirigido al entrenamiento educativo misionero.

El director nacional de jóvenes de las Asambleas de Dios de Panamá, Rogelio Batista, señaló que se logró llevar a los muchachos a un verdadero compromiso, y que más que un tiempo de recreación fue un tiempo de entrenamiento evangélico-misionero.

Agregó que la consigna de la cita fue Vamos por ellos, y llamó la atención de los jóvenes y adolescentes para que abrazaran esa frase y la marcaran en sus corazones como un compromiso con la obra de Dios.

Batista finalizó diciendo que vio a la juventud impactada por el poder del Espíritu, y que ya es tiempo de que esos mismos jóvenes salgan de sus iglesias a hablarle a otros de lo que Jesucristo puede hacer en sus vidas.

Es importante recalcar que en esta actividad se realizó un concierto con los integrantes del grupo de música, ahora de corte evangélico, Los Almirantes, quienes dieron testimonio de cómo Dios ha cambiado sus vidas y, además, deleitaron a los participantes con sus canciones basadas en letras cristianas.

El solista del grupo, Víctor Regueira, enfatizó en que Cristo tiene un propósito con cada joven y solo en Dios hay una vida mejor.

Otra actividad del campamento fue poner en práctica lo aprendido, llevando la buena nueva de que todavía hay oportunidad para una vida mejor.

Emily Camargo, quien participó en la jornada, dijo que fue una experiencia diferente y que salieron de lo tradicional, pues visitar casa por casa fue una prueba de querer hacer la obra de Dios. La joven señaló que hay que buscar a Dios, porque es la única solución verdadera para los problemas del mundo de hoy.

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación