4 noviembre 2011

BUENOS AIRES, Argentina – En un clima de alegría y gratitud, la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE) celebró la consagración de su nuevo edificio sede, ubicado en la calle Condarco 321, en el barrio de Flores, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el pasado 21 de octubre.

Después de haber vendido en mayo del año pasado la anterior sede en J. M. Moreno, se ha comprado una casa amplia que ha sido refaccionada en parte. Ya están funcionando allí las oficinas de la FAIE, y se ofrece a organizaciones hermanas oficinas en la segunda planta del edificio.

Más de 80 representantes de casi todas las iglesias afiliadas a la FAIE se hicieron presentes y contribuido -con sus cantos, sus oraciones y las plantas que han ilustrado el momento de Acción de Gracias- a que el Culto fuera un reflejo de la diversidad y la unidad que caracteriza a la Federación. También se contó con la presencia de organizaciones ecuménicas hermanas y se recibieron los saludos y felicitaciones de muchas personas y organizaciones que por diversas razones no estuvieron presentes.

"La Secretaría de Culto de la Nación reconoció la labor de la FAIE con la entrega de una placa recordatoria. La Sociedad Bíblica Argentina hizo entrega de una Biblia y la Iglesia Metodista de Temperley de una cruz. Ambos nos remiten al centro y base de la fe: la Palabra del Señor, que se actualiza permanentemente a través del Espíritu Santo y la cruz mantendrá viva la memoria de la entrega del Señor Jesús que abrió en ella sus brazos para atraer a sí a todos y todas," informa su Presidenta, la pastora Karin Krug.

El ruego que el Señor acompañe con su Espíritu el caminar de la FAIE, como en su fidelidad lo ha hecho por más de 70 años, se expresó en la oración de intercesión: "Danos la capacidad de percibirte y sentirte, sin prejuicios, sin temores, sin presunciones, sin creernos dueños de ninguna verdad, soplando donde Vos quieras, siempre compartiendo aquella vida abundante, rica y plena, que nos mostró Jesús.

"Que esta Federación una y diversa en la que nos encontramos y nos reconocemos como iglesias, sepa en todo tiempo y en toda circunstancia dejarse iluminar por la potencia de tu amor jugado," dice Krug.

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación