28 septiembre 2011 Trinidad Vásquez
MANAGUA, Nicaragua – El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, llamó a los políticos nicaragüenses a que no se interesen más por el voto de los miles de emigrantes, sino que deben de preocuparse más por dotarlos de su documentación para obtener su pasaportes, a fin de que trabajen con tranquilidad en Costa Rica.
También llamó a los costarricenses a terminar con la xenofobia y la discriminación por el hecho de que nicaragüenses quieran tener una nacionalidad de ese país, porque "Dios nos manda a que seamos una misma familia."
Blanca Fonseca, delegada del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Atención de los Refugiados (ACNUR), asistió al Encuentro Ecuménico celebrado en la Casa Maria Dimaggio Morav de Costa rica, y dijo a su regreso que le impactó la Conferencia "Migrantes y Migración en el Antiguo Testamento," que dio el obispo Báez, basada en los pasajes del profeta Jeremías y Ezequiel. Fue una prédica sencilla, pero profunda y concreta. Cada afirmación la basó en los versículos bíblicos del Antiguo Testamento, que manda a proteger al extranjero y a no tomarlo como un extraño, sino, además de darle pan y vestido, tratarlo como si fuera uno de ellos mismos.
"El Señor nos dice que somos una misma familia y por eso hay que darle protección en todo sentido al extranjero. En la dramática violencia que vive el pueblo de México, y sobre todo en las ciudades fronterizas donde el migrante tiene que pagar el paso al crimen organizado, o de lo contrario lo matan. Llamó a respetar las iglesias y las Casa de Migrantes, por ser santuarios donde se da de comer y beber a esas personas. Hay sacerdotes que han sido amenazados de muerte y se han descubierto fosas en las que aparecen mas de 200 cadáveres, en su mayoría migrantes hondureños.
El obispo Báez, que fue el centro de atención del evento, también llamó a la Iglesia católica y evangélica a la unidad, por ser una misma familia en la fe y en el servicio para socorrer al prójimo.
El Encuentro, bajo el lema de "Dos Pueblos una Familia," fue convocado por la Asociación de Nicaragüenses y Costarricenses, que trabaja en busca de una fraternidad entre los dos pueblos.
Además de reflexionar sobre el tema, desde una perspectiva bíblico-teológica en mesas de trabajo, se discutió la trata de personas, de niñas y niños, y la xenofobia, y se analizaron los pro y los contra de la Ley de Migración costarricense. El obispo de Alajuela, monseñor Ángel Sancasimiro, expuso la experiencia de las Casas del Migrante y la atención a las redes infantiles.
Asistió a la inauguración el Nuncio Apostólico de San José de Costa Rica, monseñor Pierre Nguyen Van To.
Al final del encuentro, se recomendó realizar uno nuevo en Nicaragua, el próximo mes, para seguir debatiendo el tema de migrantes y refugiados.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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