23 septiembre 2011
por Trinidad Vásquez

MANAGUA, Nicaragua – El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, al instalar en la ciudad de Concepción al nuevo párroco Elio Cortés esta semana, que repone al sacerdote asesinado Marlon Pupiro, dijo que no se puede perdonar sobre una mentira, cuando se acusa a un falso culpable del crimen, y que la Conferencia de Obispos no se ha echado atrás en la demanda de verdad y justicia.

"Seguiremos exigiéndola hasta el final –expresó. La posición de los obispos no ha cambiado. Lo mínimo que pedimos es la verdad sobre el perdón que ofrecemos como creyentes, porque la versión de la Policía sigue sin convencernos."

Los obispos de la Iglesia Católico-romana no aceptan los resultados de la investigación en el crimen del padre Marlon Pupiro García y el abogado Francisco Fletes, en nombre de la hermana de la víctima, María Lesbia Pupiro, presentó una acusación por robo de dinero para que sea adherida a la acusación del Ministerio Público, aclarando que no está legitimando o aceptando lo hecho por la Policía y la Fiscalía.

En medio de una campaña electoral de cuatro partidos listos para los comicios del próximo 6 de noviembre, la Conferencia Episcopal de Nicaragua emitió un comunicado exigiendo a las autoridades de la República que se esclarezca, verdaderamente, el atroz crimen y no se guarde ninguna información, sino se diga la verdad.

"Queremos que se sepa todo. Exigimos que se llegue hasta el fondo de las investigaciones, hasta el esclarecimiento total," dice el comunicado de la Conferencia que titulan La verdad.

Por su parte, el obispo Abelardo Matta leyó una carta en la iglesia, donde el padre Pupiro era cura párroco, expresando que el crimen es un doble asesinato, porque "no solamente mataron su cuerpo, sino, también, lo quieren destruir asesinándolo moralmente."

La Comisionada Glenda Zavala, de Auxilio Judicial de la Policía Nacional, respondió que todo lo actuado ha sido transparente y no se oculta ninguna información sobre el crimen, cuando se afirma que solo actuó una persona: Yasker Blandon Torres. En la primera audiencia ante las autoridades judiciales éste se declaró como único culpable, pidió perdón y dijo sentirse arrepentido.

Así el obispo Leopoldo Brenes comentó que el crimen del padre Pupiro García, de 40 años, deja vacíos.

El cadáver del sacerdote apareció, el martes 23 de agosto, en un predio baldío, a la orilla de la carretera que va hacia la ciudad de León.

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación