Published by the Queens Federation of Churches
Luchar Contra La Discriminación Nos Beneficia a Todos

4 julio 2011

El Dr. Jorge Ramírez Reyna, Presidente de la Asociación Negra de Defensa y Promoción de Derechos Humanos (ASONEDH) de Perú, reflexiona sobre el racismo en su país y la función de la conferencia sobre la violencia del racismo en América Latina, organizada por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) en Managua, Nicaragua, del 22 al 24 de junio. Sean Hawkey entrevistó al Dr. Ramírez Reyna.

¿Cómo se desarrolla actualmente el racismo en Perú?

El racismo y la discriminación racista siguen siendo intensas en Perú; han existido a lo largo de la historia y en pleno siglo XXI todavía no se han eliminado. Hay personas que consideran que debido a nuestro origen africano, no somos dignos de respeto y que no tenemos la capacidad intelectual para ocupar cargos públicos u otros puestos de responsabilidad.

Existe un prejuicio y una discriminación generalizados contra los peruanos de origen africano. Los descendientes de africanos en Perú son uno de los grupos más pobres del país, y somos considerados como ciudadanos de segunda clase.

Le voy a dar un ejemplo: soy abogado y, en una ocasión, fui al despacho de la jueza para hablarle sobre un cliente que había sido detenido injustamente. Pregunté a la secretaria de la jueza si podía ver a la magistrada encargada del caso, y me hizo pasar a su despacho.

Me paré enfrente del escritorio de la jueza y ella me preguntó cuánto tiempo había pasado en la cárcel. Ella supuso, basándose en el color de mi piel, que yo era un preso. Si bien le dije que era abogado, no me creyó y me pidió el documento para acreditar mi identidad.

Esta clase de prejuicio es generalizada. Los delitos se vinculan a la raza, delito es sinónimo de ser negro y, por tanto, todo descendiente africano es sospechoso de ser un delincuente.

Hace poco me pidieron que presentara una ponencia en una conferencia celebrada en Miraflores, un distrito de gente pudiente de Lima, y cuando me acerqué a la recepción me preguntaron a quién iba a recoger. Supusieron que era el chófer de alguien, no podían imaginar que tal vez participara en la conferencia como orador.

Las actitudes predominantes a menudo me hacen pensar que tenemos un largo camino por delante en esta lucha contra el racismo.

¿Cuál es el papel de las iglesias en la lucha contra el racismo?

Lamentablemente, las iglesias se han mostrado bastante indiferentes ante esta cuestión, no han sido nuestras aliadas. Es fundamental que las iglesias comiencen un proceso interno de fortalecimiento de la conciencia y que incorporen el asunto del racismo y la discriminación en sus discursos y en sus actividades.

El Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) me ha pedido que colabore con las iglesias en esta tarea. Sin embargo, solo estamos empezando este proceso y necesitamos distintos tipos de apoyo.

Considero que es importante trabajar conjuntamente con otros grupos, no solo con las iglesias, sino también con otros sectores de la sociedad. Se trata de una lucha en la que todos deben participar. La lucha contra la discriminación beneficia a todos, y todos nosotros debemos estar convencidos de ello. Lograr una sociedad más justa y un mundo más justo tiene por objeto el bien común.

¿Cómo evalúa la conferencia sobre el racismo en Latinoamérica organizada por el CMI-CLAI?

Ésta ha sido una reunión muy importante. En primer lugar, hemos podido reunir a personas de origen africano de distintos países que están comprometidos con la labor de las iglesias en el camino espiritual y que están luchando contra el racismo.

Creo que este intercambio de experiencias es muy importante y fortalecedor en sí mismo. Sobre la base del intercambio de experiencias surgió el compromiso de continuar con este trabajo y difundir el mensaje al volver a nuestras iglesias, y emprender y fortalecer los procesos de sensibilización.

Todos somos conscientes de que tenemos un largo camino por recorrer, y que estamos deseando recorrerlo. Trabajamos pensando en los jóvenes, y debemos fomentar su participación, teniendo en cuenta que la mayoría de los que participamos en esta lucha tenemos entre cuarenta y sesenta años.

Las personas descendientes de africanos en Perú, o sea los negros, nunca han perdido la esperanza. Pese a la discriminación, la posibilidad muy limitada de completar estudios y las actitudes racistas, tenemos esperanza. Y es ella la que nos permitirá recorrer el camino contra el racismo, reivindicar nuestros derechos como seres humanos, en pos de un mundo mejor para todos con la ayuda de nuestro Señor Jesucristo.

Más información sobre la conferencia: http://www.oikoumene.org/index.php?id=2267&rid=f_13684&mid=3221&aC=63bab3c8&jumpurl=1.

Actividades del CMI para la promoción de comunidades justas e incluyentes: http://www.oikoumene.org/index.php?id=2267&rid=f_13684&mid=3221&aC=63bab3c8&jumpurl=2.

Consejo Mundial de Iglesias

 

 


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Last Updated July 17, 2011