2 mayo 2011

TEGUCIGALPA, Honduras – Un mensaje hecho público ayer aquí por la Iglesia Cristiana Luterana de Honduras, con motivo del Día Internacional de los Trabajadores, realiza un análisis crítico de la realidad actual del país y anuncia la esperanza de construir el Reino de Dios aquí en la tierra.

Enviado el texto a ALC por el procurador de los Derechos Humanos Leonel Casco Gutiérrez, expresa que "cuando intervienen las fuerzas de la energía del Espíritu Santo, existe la capacidad para soportar tanto trabajo, tantos esfuerzos, tantos desafíos, tantas necesidades, tantas incomprensiones y hasta traiciones de los mismos sectores evangélicos.

"Esta crisis actual está destruyendo el horizonte de esperanza de gran parte de la humanidad, especialmente de los jóvenes y los niños/as. Hay un vacío de sueños y de capaces de movilizar a las personas, así como ahora en día hay sectores reprimiendo al pueblo que ya no soporta tantas injusticias," agrega el comunicado.

"Es así como estamos en este pueblo de Honduras, heridos, sedientos, hambrientos, con tantas injusticias que abruman al pueblo. El pueblo ya no soporta tantas leyes que no le favorecen, sino solo a ciertos sectores, donde su mayor interés es político y económico. No soporta la represión, el abuso de poderes, la violación de los derechos humanos; como personas estamos esclavizados por el poder maligno de quienes gobiernan con tiranía, porque no son guiados por el Espíritu Santo," continúa exponiendo el comunicado para, luego, referirse al pasaje bíblico donde se relata que el pueblo que había escuchado al profeta Isaías tenía que velar y estar alerta, incluso en el profundo silencio de la noche, cuando la recompensa prometida de la redención permanecía viva en quienes velaban confiados.

"Pero en Honduras el pueblo está solo proclamando justicia y con tanta benevolencia pide a gritos un aliento de esperanza. Y aún así lo quieren callar, pero como en la misma Biblia dice que si nos callan hasta las piedras hablarán.

"Los luteranos creemos y anunciamos la buena noticia y en el Reino de Dios prometido; no un Reino lejano, sino un Reino prometido desde aquí la tierra; es por eso que nuestra existencia toda alaba a quien nos llama a proclamar justicia e inclusividad, y así nos sentimos en este Día del Trabajador," concluye el documento refiriéndose a la violación de los derechos humanos que ocurren en el país con las muertes de mujeres, jóvenes, campesinos y miembros de la comunidad gay, y haciendo un llamado a "que nos liberemos de prejuicios y de la privatización de nuestra libertad de expresión como pueblo de Dios."

Así mismo Casco Gutiérrez, al compartir el documento a través de la red de solidaridad con el pueblo hondureño, afirma que "clara es la necesidad urgente de crear las bases para la construcción de un estado de bienestar social, frente al fracaso del sistema capitalista neoliberal excluyente, discriminatorio y represivo, apoyado totalmente por las cúpulas religiosas católicas y evangélicas, como ha quedado demostrado con el golpe de Estado militar."

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación