10 marzo 2011 por Manuel Quintero
JERUSALÉN, Israel – Después de seis meses el gobierno de Tel Aviv continúa negando la renovación de los permisos de residencia temporal en Jerusalén al obispo anglicano Suheil Dawani y su familia, lo qu ha obligado al prelado a llevar su caso a las cortes israelíes.
Los permisos A-5 les fueron revocados al obispo Dawani, su esposa y la más joven de sus hijas el pasado 24 de septiembre. Desde entonces, las autoridades israelitas han denegado la renovación de dichos permisos, basándose en acusaciones no fundamentadas de supuestas transacciones ilegales de terrenos realizadas por el obispo.
Una comunicación del ministerio del Interior israelí acusó al obispo de "actuar en contubernio con la Autoridad Palestina para transferir a palestinos tierras pertenecientes a personas judías y también de registrar tierras de personas judías en nombre de la iglesia."
El obispo Dawani respondió con una carta al ministerio del Interior negando las acusaciones y exigiendo la presentación de cualquier documento o prueba en su contra. Hasta la fecha, las autoridades israelíes no han presentado prueba alguna para sustentar las acusaciones.
Las autoridades israelíes no han cumplido su promesa al arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, de que el asunto se resolvería sin demora, ni han sido sensibles a la intervención de líderes anglicanos de varios países, incluyendo a la obispa presidenta de la Iglesia Episcopal en Estados Unidos, Dr Katharine Jefferts Schori. Tampoco resultaron los esfuerzos diplomáticos del Reino Unido y de Estados Unidos a favor del prelado anglicano
El Rev. Dawani, de nacionalidad palestina, fue electo obispo de la diócesis en 2007 y fue reconocido como tal por las autoridades israelitas, en virtud de una decisión del estado de Israel de 1970 que registra a la diócesis anglicana como una de las trece iglesias reconocidas por Israel.
Hasta ahora, todos los obispos anglicanos de la diócesis episcopal de Jerusalén que no poseen la nacionalidad israelita, recibieron los permisos A-5 que les autorizan a vivir en la ciudad donde se encuentra la residencia episcopal, las oficinas diocesanas y la catedral de San Jorge.
La negativa a renovar el permiso del obispo Dawani no parece ser un caso aislado. En una visita reciente de una delegación de alto nivel del Consejo Mundial de Iglesias a Jerusalén, algunos líderes de comunidades cristianas lamentaron acciones del actual gobierno, que calificaron de irrespetuosas y contrarias a los principios y derechos de libertad religiosa que el estado de Israel proclama respetar.
Los líderes se refirieron a crecientes presiones y limitaciones para otorgar visas, permisos de entrada y de residencia al clero de parte del actual ministro del Interior. A algunos clérigos a quienes se les exigió abandonar el país al expirar su permiso de residencia no recibieron nuevos visados, con los cual muchos puestos en las iglesias han quedado sin atención pastoral.
El ministro del Interior Eli Yishai, preside el partido político Shas, o "Asociación Internacional de los Sefardíes Observantes de la Tora," uno de cuyos líderes espirituales, el rabino Ovadia Yosef, ha sido acusado de fomentar el odio y la intolerancia por haber afirmado que los no judíos sólo existen para servir a los judíos.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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