24 febrero 2011
TEGUCIGALPA, Honduras – La Iglesia católica expresó en el inicio de esta semana su preocupación por "la acumulación de conflictos" que van desde la violencia, el desempleo y la corrupción hasta el narcotráfico y un modelo económico excluyente, a la par que dijo ver, "con optimismo," que se está avanzando, aunque lentamente, "hacia una reconciliación," luego del golpe de Estado de 2009.
Un comunicado de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), expresó que "crece el deseo de buscar la verdad que nos irá liberando de posturas intransigentes," a la par que dijo querer compartir "algunas preocupaciones que nos provoca la realidad nacional ante la acumulación de conflictos de toda clase que vivimos en la actualidad." Aspectos que, según la palabra de los obispos, "están paralizando nuestra sociedad y nos impiden avanzar por el camino de una democracia participativa y representativa."
El texto menciona, además, "la politización, la corrupción a todos los niveles, la violencia doméstica y la que es consecuencia del crimen organizado y, en especial, del narcotráfico, de la delincuencia común, la exclusión, la falta de justicia, la migración." A ello se suma que la polarización de la sociedad dificulta la gobernabilidad, los problemas de la educación, de la tenencia de la tierra que ha traído como consecuencia la muerte de muchos campesinos, así como el desempleo.
De igual modo cuestionan el modelo económico actual del país y lo califican de "excluyente," en tanto dificulta el crecimiento de los pequeños y medianos empresarios, aunque "se anuncian proyectos que pueden ayudar a despegar hacia el desarrollo que, "urgentemente" requiere la nación. También están los indicadores de desarrollo humano, los cuales muestran que "la gran mayoría de la población no tiene acceso adecuado a una vivienda digna, atención médica y medicinas, alimentación adecuada y educación de calidad."
El documento de la Conferencia Episcopal señala el bajo nivel de capacitación profesional de la fuerza laboral activa y la falta de seguridad que dificulta la inversión, entre las causas de un elevado desempleo que lleva a la pobreza de la gente. En ese mismo orden exhortó a los empresarios y a los sectores del poder económico a poner en práctica una economía solidaria, que pueda ser una respuesta a la difícil situación por la que atraviesa el país.
Señala el documento que todo ese fenómeno social se refleja en el elevado nivel de la migración, tanto del campo a la ciudad, como del país hacia otras regiones, "con todas las consecuencias negativas y dolorosas que ya conocemos."
Como camino de solución al problema de la marginación y la exclusión, el comunicado católico propone "un pacto social incluyente que supere los privilegios de unos pocos que se enriquecen más y más, cada día, y el empobrecimiento de las mayorías."
A tono con ese documento, el Foro Social de Deuda Externa y Desarrollo (FOSDEH), a través de un informe, declaró que Honduras se ha convertido en un "paraíso fiscal," en tanto crecen las exoneraciones fiscales y aduaneras en varios sectores privilegiados, pese a ser uno de los países más pobres del continente, en un informe que revela las millonarias sumas que pierde el Estado hondureño por tales manejos, cuando ello podría servir de manera eficiente a un desarrollo económico y social sustentable.
El documento del FOSDEH expresa, además, que anualmente el Estado pierde 11 mil millones de lempiras, unos 578 millones de dólares, por esa causa, equivalente al 50 por ciento del presupuesto otorgado al Ministerio de Educación para sus funciones.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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