19 enero 2011
por Antonio Carlos Ribeiro

RÍO DE JANEIRO, Brasil – La iglesia Luterana de Nueva Friburgo fue transformada en punto de apoyo a los flagelados de la lluvia. Los bancos del templo fueron adaptados para abrigar a los que perdieron casas, las instalaciones fueron limpiadas y los alimentos de la despensa distribuidos a las personas desabrigadas, informó Márcio Rebouças, de la dirección de la parroquia local.

El número de muertes subió a 626 personas, como consecuencia de las lluvias y deslizamientos en la región serrana del Estado de Río de Janeiro, informó ayer Defensa Civil y la Secretaria Estatal de Salud. Ya son 13.830 desabrigados en el área y el número no para de crecer, obligando a las autoridades a improvisar locales de acogida.

La presidenta de la República, Dilma Rousseff, decretó luto oficial de tres días por las víctimas de las lluvias y dispuso una ayuda de 100 millones de reales (44 millones de euros) para los gobiernos estatal y municipal. Sérgio Cabral, gobernador del Estado, decretó luto de siete días a partir del lunes.

Las campañas se concentran en la donación de alimentos no perecederos, agua en garrafas, ropas y colchonetas. El acceso a las regiones afectadas fue reforzada con la llegada de 50 vehículos civiles y militares en 11 helicópteros del Cuerpo de Bomberos, de la Defensa Civil, del Ejército y de la Marina, que llevan socorro médico, agua y alimentos a las regiones montañosas de difícil acceso, por causa del volumen de barro de los deslizamientos.

"Aquí en Nueva Friburgo está hecho un caos. En nuestra iglesia, secretaria y salón social fueron invadidos por el agua y el barro hasta la altura del altar," informó Rebouças. "El pastor Adelcio Krombauer se mostró incansable," recordó. Concluir la limpieza es fundamental para "tener un mínimo de condiciones para recibir las personas," dice.

Sobre el número de muertos, el miembro de la dirección afirma de forma vaga que "mucha gente murió aquí." Observa, con todo, que los casos van a crecer a medida que el socorro llega a todas las regiones afectadas.

El pastor Sinodal Guilherme Lieven informó que, con la ayuda de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en el Brasil (IECLB), hicieron contactos con socios en Alemania con la intención de aumentar la ayuda a los flagelados.

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación