26 octubre 2010 por Trinidad Vásquez
MANAGUA, Nicaragua – El Consejo de Iglesias Evangélicas Pro Alianza Denominacional, CEPAD, y la Iglesia Luterana Fe y Esperanza de Managua, entregaron ayuda alimentaria en la capital a 525 familias que resultaron damnificadas por el temporal de finales de septiembre. En tanto, en numerosas comunidades se recibió el auxilio a través de ACT Alianza.
El Sub Director del Cepad, profesor Evenor Jerez y coordinador actual del Foro Acción Conjunta de las Iglesias, ACT- Nicaragua, viajó el 26 de octubre al Municipio de San Francisco Libre, a 70 kilómetros al norte de la capital, para la entrega de 286 paquetes alimenticios a igual número de familias de siete comunidades. En este municipio, más de cien familias que vivían en el casco urbano fueron inundadas por las olas del Lago Xolotlan y ahora vivirán en una nueva ciudadela a un kilómetro del antiguo Puerto Viejo, según informó el pastor de la iglesia bautista, German Rojas, uno de los damnificados que se trasladará a la nueva ciudadela junto con su congregación.
Jerez dijo que la entrega se pudo realizar gracias a la colaboración de ACT alianza, producto de la fe y la solidaridad cristiana.
También una delegación de la iglesia luterana viajó al departamento de Chinandega a 130 kilómetros al occidente de Managua para asistir a mas de 200 familias y pastores que salieron afectados por las lluvias, perdiendo la totalidad de sus cosechas, además de daños sufridos en sus casas, muebles y animales domésticos. La ayuda consistió en paquetes con granos básicos: arroz, frijoles, maíz, más azúcar, aceite y sal.
Con el fin de promover acciones que cuiden el medio ambiente, los receptores de la ayuda debían llevar sus recipientes en los que podrían colocar los granos para evitar que una gran cantidad de bolsas plásticas vayan a la basura y contaminen el ambiente. La Rev. Katia Cortez, coordinadora del equipo técnico de atención a la emergencia, días antes visitó la zona para coordinar con los líderes y pastores e implantar la nueva modalidad. "De esta forma la gente va cambiado malos hábitos de higiene y tomando conciencia de la afectación que le hacemos a la naturaleza con tantos desechos inorgánicos," dijo.
La primera entrega se hizo en la comunidad de Estambul, donde Marina Ruiz Torres, miembro de la iglesia, dijo: "Damos gracias a Dios que la iglesia nos ayuda y nunca se olvida de nosotros. Nos traen alimentos y nos ayudan en la comunidad. Esto nos fortalece como comunidad y como iglesia."
En Aquespalapa las lluvias destruyeron el plantío de maíz y las gallinas fueron llevadas por las corrientes. "Ya no teníamos qué comer, y con esta ayuda nos fortalecen" dijo doña Leonila Sánchez de 60 años, quien perdió sus aves de corral y un cuarto de manzana de maíz que tenía sembrado.
"Como somos zona de riesgo, algunos habitantes de la comunidad habíamos sido evacuados a refugios pero al ser regresados a nuestras casas no teníamos nada para comer y la iglesia fue la primera en ayudarnos y siempre está pendiente de nosotros," expresó Osmar Sánchez, de la comunidad.
Tanto en la comunidad de Apacunca como en Jicote tuvieron pérdidas de vacas, gallinas y las siembras de maíz y ajonjolí. En tanto la comunidad de Mata Palo, que ha recibido ayuda de la Cruz Roja, perdió las cosechas así como terneros y ganado adulto. Ahora en las comunidades preparan la tierra para sembrar a finales de este mes.
También en las comunidades de Enmanuel y Sagrada Familia, la pastora Anielka Martínez entregó decenas de paquetes. La Rev. Cortez, informó que atendió un total de 239 familias de ocho comunidades de la Iglesia gracias a la cooperación de ACT-Alianza, Lutheran World Relief y hermandades.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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