16 septiembre 2010 por Trinidad Vásquez
MANAGUA, Nicaragua – Quinientos miembros de la Comunidad de Diversidad Sexual del departamento de Carazo, a 45 kilómetros al sur de esta capital, en la celebración de su primer congreso defendieron la equidad de género y la sexualidad, además de discutir acerca de la continua lucha por rescatar sus derechos frente a las discriminaciones institucionales, del sector empresarial y la sociedad toda.
José Daniel Rivera Dávila, coordinador del congreso, dijo estar muy satisfecho por el éxito del evento, cuando San Marcos es el primer municipio de Carazo organizado en tal sentido con estatutos y un reglamento para reclamar los derechos de estas personas en cuanto a igualdad de identidad y personalidad.
Agregó que en todo el país los homosexuales, lesbianas y bisexuales quieren que se cumpla el respeto a sus derechos y se propicie la oportunidad de empleo, libertad de expresión y espacio, porque, en muchas ocasiones, son irrespetados, ultrajados y ofendidos; "y tales experiencias las hemos vivido en empresas privadas e instituciones del Estado," aseguró el líder.
"Este año hemos empezado a sostener encuentros para buscar la unidad, para trabajar en nuestros derechos y apoyar el trabajo de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos," dijo Rivera Dávila.
En Carazo la Comunidad de la Diversidad Sexual cuenta con más de 500 miembros, que han comenzado a reclamar un trato igualitario y el cumplimiento de sus derechos en educación y salud.
Samira Montiel, Procuradora especial para la diversidad sexual e invitada al encuentro, dijo que se avanza en el respeto de los derechos de esa comunidad y que en Nicaragua el casamiento entre personas del mismo sexo se discutirá, en su momento, en la Asamblea Nacional. "Por el momento no hay ningún proyecto o ley para el matrimonio entre personas del mismo sexo y tampoco tiene esa iniciativa esta Procuraduría," señaló.
En Moyogalpa, isla de Ometepec en el Gran Lago de Nicaragua, un joven gay que clama justicia frente a tres policías que lo violaron, mientras guardaba prisión, confesó a los periodistas que ser homosexual no resulta fácil por la terrible discriminación de la sociedad y de las instituciones. "Yo clamé ¡auxilio!, mientras era violado, y dos policías que me escucharon no me dieron protección," denunció la víctima.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
|