30 agosto 2010

ASUNCIÓN, Paraguay – Los sacerdotes que pretenden colgar sus hábitos para dedicarse a la vida política del país o a ejercer cargos de funcionarios públicos, son sometidos a una fuerte presión por parte de la jerarquía eclesial católica, tal como ocurriera, en aquel entonces, con el hoy presidente Fernando Lugo, por parte de la curia vaticana.

Desde que Lugo asumiera el poder ha existido una especie de "epidemia" clerical de aquellos curas que quieren irse a trabajar con el actual Gobierno, de manera que la presión está encaminada a frenar esta fuga de sacerdotes que quieren hacer vida pública en la política del Paraguay, se hace evidente.

Ello ha hecho que monseñor Pastor Cuquejo, presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), haya fijado su postura ante tal situación al decir que los placeres y favores del actual Gobierno han provocado una migración del cuerpo sacerdotal hacia actividades en el campo de la política, que no ve con buenos ojos.

En defensa de su posición ha alegado que se trata esa de una opción temporaria, que se contrapone al sentido permanente de la vocación pastoral, cuando la carrera política es limitada, mientras que el servicio a Dios es para toda la vida.

Entre los sacerdotes que serían víctimas de esa presión eclesial están Nilo Mármol y Celso Ovelar, en tanto el primero forma parte de la candidatura para la Intendencia de Ciudad del Este, por el Movimiento 20 de Abril; mientras que Ovelar, párroco de Vallemí, fue sacado también de sus funciones, una vez que anunció su candidatura a Intendente de la ciudad por el Movimiento Frente Guasu. Éste ha sido aislado a una casa de retiro, por parte de sus superiores, a fin de que reflexione y desista de sus intenciones de hacer carrera política.

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación