20 agosto 2010
SAN LEOPOLDO, Brasil – Interesado en investigar la expresión del luteranismo en un contexto global, el teólogo Vítor Westhelle acredita que en los próximos diez años la mayoría de los luteranos están viviendo al sur del Ecuador, región que concentra 60% de todos los cristianos del mundo.
"Esa situación impone nuevos desafíos para la Teología en la medida en que los cristianos están disputando espacio con otras religiones," puntúo Vítor. En el continente asiático, los cristianos corresponden al 3% de la población de mayoría budista e hindú, realidad esa que confronta la sociedad occidental norte-atlántica con cuestiones con las cuales no se preocupaba hasta el inicio del siglo pasado.
Profesor visitante de la Facultad EST, Vítor estuvo en San Leopoldo el pasado viernes 13, para establecer contacto con profesores y referenciales teóricos que pueden auxiliarlo en el desarrollo de sus pesquisas como docente en la Escuela Luterana de Teología de Chicago, en los Estados Unidos.
En entrevista al sitio de la Facultades EST, examinó el actual momento ecuménico y lo definió como marcado por la tensión entre el respeto a las peculiaridades religiosas y la tentativa de uniformización de todas las expresiones. "Esa busca por uniformización es lo que también provoca cismas dentro del cristianismo y fragmentación en los bordes de aquello que es unificado," aseveró.
En evaluación del teólogo luterano, la expansión del pentecostalismo representa, antes de todo, una señal de vitalidad del cristianismo, obligando a las iglesias históricas a lidiar con nuevos desafíos dentro de sus propios parámetros y dentro de su propia teología.
"Nuestra confesionalidad precisa ser retrabajada y descongelada para que podamos trabar un diálogo más próximo a la sociedad, especialmente junto a las poblaciones más carentes," enfatizó Vítor.
Cuestionado sobre las relaciones entre el gobierno de Lula y Obama, el investigador dice que el actual presidente norteamericano ve en el presidente brasileño un modelo de estadista, y que los proyectos sociales implementados por Lula han servido de inspiración a Obama.
"Ese es el motivo por el cual el presidente estadounidense está queriendo que el Estado tenga una intervención más enérgica dentro de la organización social y económica del país," que además sufre con los efectos de la alta tasa de desempleo. En la medida en que los Estados Unidos presenten una mejora en los indicadores económicos, declaró Vítor, ciertamente eso tendrá reflejos inmediatos en los índices de aceptación de Obama, que llegan hoy al 49%.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
|