23 julio 2010 por Julio A. Carles
CIUDAD DE PANAMÁ – El pastor evangélico Herminio Rivera fue asesinado por error al quedar atrapado en una guerra entre las pandillas Matar o Morir y El Pentágono, cayendo abatido en "reemplazo" de un miembro de esta última.
Así se desprende de las declaraciones suministradas a las autoridades por los tres sospechosos detenidos -uno de estos menor de edad-, quienes abiertamente se identificaron como miembros de Matar o Morir, que opera en San Miguel.
"Nosotros no íbamos en contra del pastor [quien deja nueve niños huérfanos]; era contra otra persona," declaró el menor de 15 años, según testigos ligados al caso.
El objetivo del crimen, de acuerdo con las fuentes, era Alberto Ríos, alias Chumical, ex pandillero del Pentágono, quien, recientemente, se había convertido al culto evangélico y acompañaba al pastor en su visita a un centro penitenciario.
Al salir del penal, Rivera, Ríos y Ely Camargo -"siervo" de la iglesia Ejército de Paz- abordaron un sedán Honda Civic, propiedad de Ríos.
El pastor había manejado a la ida, sin embargo, a la salida le pidió al otro que condujera él ya que estaba cansado, contó Camargo.
Cuando iban por un parque ecológico a orillas del Canal de Panamá, los asesinos los interceptaron y dispararon al asiento del pasajero, donde suponían iba Ríos.
"Ellos llevaban un objetivo claro," reflexionó Camargo. "El menor estaba nervioso y disparó ráfagas con una AK-47 hacia todos lados," agregó.
El fiscal auxiliar, Ángel Calderón, informó que el miércoles hicieron una inspección tanto al auto Honda Civic, en el que iba el pastor, como a la camioneta Pathfinder en la que se desplazaban los señalados.
Detalló que el caso del menor será remitido a la Fiscalía Primera de Adolescentes, y los otros dos, a una fiscalía superior.
La iglesia Ejército de Paz, en El Chorrillo de la ciudad capital de Panamá, esta de luto. Vanesa Santanach, una de las asistentes al templo, contó que conocía a Rivera desde chico. "Él me ayudó cuando a mi hijo de cinco años le dieron [le dispararon]," dijo.
Por su lado, su asistente Boris Valdés narró que ambos se conocieron en la cárcel, y que Rivera se convirtió a la religión en el pabellón 4 de La Joya, donde estuvo preso por homicidio.
"Nosotros pertenecíamos al Cartel de La Pedro Obarrio, teníamos problemas con las pandillas de Curundú, estábamos en guerra y pagamos por eso," recordó.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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