2 julio 2010 por Claudia Florentín
BUENOS AIRES, Argentina – Una nueva jornada de consultas se realizó el miércoles en la Comisión de Legislación General del Senado, que discute el proyecto de ley de matrimonio entre personas del mismo sexo. Los legisladores escucharon a representantes religiosos, excluyendo claramente a las iglesias denominadas históricas, agrupadas en la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE).
Los representantes de la religión cristiana que fueron invitados y pudieron exponer, coincidieron en rechazar la iniciativa legislativa. La FAIE se distanció hace meses de las posiciones radicales de la Iglesia Católica y sectores evangélicos; es esta posición la que evidentemente la dejó fuera del debate que debería ser abierto y plural.
El diario Página 12, en una noticia del 1 de julio, afirma que "pese a las garantías de pluralidad que se esmeró en declamar la senadora Liliana Teresita Negre de Alonso, no todos los sectores que tenían intenciones de opinar en el Congreso sobre la ampliación del matrimonio civil pudieron hacerlo." Así lo denunció la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), en una carta enviada a todos los senadores. Lo confirmó a Página, Carlos Valle, pastor metodista quien junto al presidente de la Iglesia Luterana Unida, Alan Eldrid, favorables al proyecto que, en la tarde del martes, día de la última reunión porteña previa al dictamen, se acercaron al Congreso para preguntar por qué los "habían borrado de la lista de expositores en el Senado."
Cuenta Valle que sólo tras mucha insistencia lograron ingresar a la audiencia pública y, tras otro tanto, hablar con Negre, quien, sin embargo, no les habilitó la palabra. La senadora Alonso se escudó diciendo que son los mismos senadores los que proponían los ponentes, dice el pastor metodista. "Le respondí que sin cuestionar el criterio de los senadores tratándose de un tema que atañe a toda la comunidad, excluir un grupo es producir discriminación. Pero ella no tenía más argumento que reiterar su buena voluntad que no se tradujo en hechos." Por ello, Valle denunció haber sido víctima de "un acto de censura y discriminación religiosa."
El representante del sector evangélico que rechaza el proyecto contó con 35 minutos de exposición. Es menester decir que estas iglesias han montado un agresiva campaña por diversos medios en contra del proyecto, uniendo sus voces a la católica. Significativo dato en una historia religiosa nacional donde han sido estas comunidades evangélicas quienes más atacaron a la iglesia romana. Las iglesias históricas de Argentina, que siempre han estado en la lucha por los Derechos Humanos, la dignidad y la justicia social, fueron claramente ignoradas y- como diría la calle- "ninguneadas."
Quienes representan a las provincias del país quedaron sin escuchar la voz de un sector que plantea, entre otras cosas, que la convivencia en una sociedad pluralista sólo es posible cuando se preservan el respeto y la dignidad de todos los seres humanos. "Para este fin, el Estado debe procurar que los derechos sean ejercidos sin ningún tipo de discriminación. Y esto es parte de nuestra propia historia," dice la alocución de Valle que no pudo ser leída.
El pedido de la modificación legal que permita a los homosexuales que lo deseen ejercer sus derechos como las parejas heterosexuales debería encuadrarse en el marco de esta sociedad plural, que busca preservar la libertad y la dignidad de todos.
El proyecto cuenta con media sanción de diputados y la comisión emitirá dictamen el 6 de julio. Luego se debatirá en la Cámara Alta el 14 de ese mes.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación Fuente: DyN, Página 12
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