4 junio 2010
por Trinidad Vásquez

MANAGUA, Nicaragua – La comunidad palestina residente en esta capital realizó una vigilia en su embajada, durante la pasada noche del miércoles, en la cual condenó los ataques del ejército de Israel a la flotilla Libertad, donde murieron nueve personas y 40 resultaron heridas, y oró por las víctimas y el sufrimiento de su pueblo ante las constantes agresiones israelitas.

Ante la presencia y el apoyo de amigos solidarios, la comunidad agradeció también al gobierno de Nicaragua, y en especial a su presidente Daniel Ortega Saavedra, su decisión de suspender relaciones con el Estado sionista ante el brutal ataque perpetrado.

Hasta este 2 de junio, era Nicaragua el primer país en el mundo en romper relaciones con esa nación, mientras los estados árabes han lanzado diversos comunicados de protesta y de condena por la acción.

El pastor bautista y miembro del Comité Inter-religioso Capítulo de Nicaragua, perteneciente a la Red de Religiones por la Paz, el reverendo Marcelino Basset, lamentó los ataques a la flotilla Libertad y, según su opinión, lo mejor para ambos países, o el Medio Oriente, es entrar en un proceso de negociación en busca de la reconciliación que requiere la región.

Basset aclaró que el Comité Inter-religioso y la Red de Religiones por la Paz tienen como objetivo promover procesos de diálogo en busca del entendimiento entre las naciones del mundo. "No estamos a favor de un país ni de otro. Sí condenamos cualquier tipo de violencia, venga de donde venga."

La decisión de Ortega, en cambio, causó polémica entre dos veteranos sandinistas. El Embajador de Nicaragua en Perú y único sobreviviente fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional, comandante Tomás Borge, defendió tal decisión cuando resulta imprescindible que el presidente y su gobierno reaccionen con pudor, suspendiendo las relaciones frente a las barbaridades que hacen esos sionistas.

Sin embargo, el general retirado del Ejército Hugo Torres, argumentó que Ortega juega un papel como el de Israel contra los palestinos, sometiendo a la población a un régimen que pisotea los derechos humanos y civiles, según nota publicada en el Nuevo Diario de ayer jueves.

Torres agregó que lo único que busca la administración sandinista es llamar la atención de la comunidad internacional, ocupando como bandera la defensa de los derechos humanos de los palestinos, mientras, en lo interno, pisotea los de los nicaragüenses.

"Es ridículo romper relaciones, porque Ortega pide que se deje de oprimir al pueblo palestino, cuando en Nicaragua se conculcan los derechos civiles y se pisotean los derechos humanos," expresó.

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación