19 mayo 2010
SANTO DOMINGO – Un grupo de veintiséis representantes de la región latinoamericana y caribeña, realizaron una consulta sobre el tema de la iglesia, generaciones emergentes y violencia. Esta consulta- del 27 al 29 de abril- fue organizada por Raíces, Viva y Compasión Internacional y auspiciada por el Movimiento Lausana y el Movimiento Juntos por la Niñez en Latinoamérica y El Caribe.
Los y las jóvenes participantes analizaron la situación de la juventud en la región, reconociendo que, aunque el continente cuenta con al menos el 43% de la población con menos de 20 años, más del 50% vive en situación de pobreza, representando al menos 58 millones de personas.
"Las generaciones emergentes viven situaciones de privación, limitaciones y múltiples formas de violencia que afectan el disfrute de su vida en plenitud y su desarrollo integral." La afirmación se basa en los datos considerados que informan que la violencia es una de las principales causas de muerte entre las y los jóvenes latinoamericanos y caribeños, siendo la tasa de homicidios para la población entre 15 y 26 años, la más alta a nivel mundial. Asimismo, anualmente cerca de 6 millones de niños y niñas son víctimas de maltrato y violencia en sus hogares y más de 80 mil de ellos y ellas mueren por esa causa. También entre el 80 y 85% de los abusos sexuales cometidos contra niños, niñas y adolescentes en el continente son cometidos por personas cercanas al entorno de ellas, muchos de ellos miembros de la misma familia.
Consideran que la iglesia puede apoyar las formas de detención de la violencia, "colaborando con otros actores de la sociedad, y contribuir a romper los ciclos de la violencia, esta respuesta de la iglesia debe ser integral y abordada sistémicamente." Además subrayan que las comunidades eclesiásticas deben promover la justicia, la paz, la no violencia activa, el amor y la práctica de la misericordia en la sociedades. "Fomentando comunidades terapéuticas y espacios libres de violencia, que provean a las generaciones emergentes lugares seguros, facilitadores del desarrollo y vida plena," dicen.
Entre otras consideraciones del Documento, (a http://www.alcnoticias.net/interior.php?codigo=16907&format=pulpito) afirman: "Debemos acompañar y dejarnos acompañar por las generaciones emergentes. Nos urge un diálogo amplio, transparente y honesto entre las generaciones para propiciar un fortalecimiento de la iglesia. Este llamado es especialmente cierto para las generaciones que actualmente son los líderes de la iglesia, a quienes les ha costado compartir ese liderazgo, su autoridad y poder, con las generaciones emergentes, poniendo en riesgo el desarrollo del liderazgo renovado que requerimos en la región."
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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