6 abril 2010 por Trinidad Vásquez
MANAGUA, Nicaragua – A pesar de que las iglesias evangélica y católica oraron por la paz y la no violencia, e incluyeron estos temas en sus sermones de Semana Santa, la misma dejó un saldo superior a los 90 fallecidos, cifra solo superada por Guatemala, donde ocurrieron más de 100 accidentes de tránsito, ahogados y homicidios.
Aquí perdieron la vida más de 34 personas ahogadas, más de 30 en accidentes de tránsito y el resto por homicidios con armas de fuego y blancas, incluso la policía no logró escapar a la ola de violencia al perder a sus oficiales Reynaldo Amador García y Nelson Jossue Hernández, ambos del municipio de Waslala, a 150 kilómetros al norte de esta capital, quienes se enfrentaron a cuatro delincuentes que, también, perecieron. La jefatura de la Policía, el domingo, los ascendió póstumamente.
La tragedia más grande en accidentes de tránsito ocurrió en la ciudad de Rivas, a 130 kilómetros al sur de Managua, pereciendo en la madrugada del Sábado de Gloria 12 jóvenes, al estrellarse la camioneta donde viajaban contra un bus de pasajeros que iba rumbo al balneario de San Juan del Sur.
Antes del Domingo de Ramos la vice-presidenta del Consejo de Iglesias Evangélicas Pro-Alianza Denominacional (CEPAD), Lillian Reyna, llamó a celebrar la Semana Santa con devoción y orar por la no violencia en el país.
Igual llamado lanzaron los obispos de la a Iglesia Católica y, el viernes en la tradicional procesión del viacrucis, el obispo de Managua, Leopoldo Brenes, dijo que "estamos orando por la paz. Nicaragua no necesita hijos con espíritu de violencia, sino que construyan un país de prosperidad, tolerancia y libertad."
Hasta el domingo en la tarde, las cifras preliminares indicaban más de 300 muertos, por las razones descritas, en los países de Centroamérica.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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