9 abril 2010 por Susana Barrera
SAN SALVADOR – Todas las mañana debe levantarse, revisar en su cuaderno de apuntes las direcciones de las casas que debe limpiar, preparar sus herramientas de trabajo e internarse en los exuberantes "free way" de San Francisco, en California.
La historia de Ana Morales es común para miles de hombres y mujeres centroamericanas y mexicanos que viven en los Estados Unidos. Morales llegó de El Salvador, buscando el sueño americano hace más de 20 años; aún espera por sus documentos que le permitan volver a encontrarse con la familia materna.
"Hay necesidad de que las Iglesias en Estados Unidos den la cara en apoyo a los población emigrante y apoyo a una reforma migratoria justa," exhortó el reverendo Dean Brackley, de la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas," de la compañía de Jesús en El Salvador.
Numerosas organizaciones pro migrantes de los Estados Unidos están pidiendo al congreso de este país norteamericano, retome un ante proyecto de ley que garantizaría la legalización de por lo menos 12 millones de personas indocumentadas que viven en esa nación. Además la misiva contempla el fortalecimiento de la seguridad en las fronteras.
Brackley, un maestro estadounidense teólogo que reside en El Salvador, trajo a cuenta el mensaje de Monseñor Oscar Arnulfo Romero en el tema migratorio: es una lástima, que la gente salvadoreña no encuentre como sostener a su familia y se vea en la necesidad de huir hacia los Estados Unidos.
El Instituto Nacional de Política Latina en Estados Unidos, quien realiza actualmente un censo de las personas residentes en el país del norte, tiene entre su cifra actual que la población latina asciende a unos 46.9 millones y entre sus grupos mayoritarios se encuentran: 29. 3% mexicanos, 4.1% puertorriqueños, 1.6% cubanos, 1.5% salvadoreños y 1.2% dominicanos.
En contraste con la cifra de este Instituto, en el caso de la población salvadoreña, cifras oficiales de El Salvador consideran que son 3 millones son los que habitan en el extranjero. 2.5 en Estados Unidos y de éstos unos 800 mil en el Estado de California.
Ana de 40 años de edad ha hecho su vida en Estados Unidos, tiene hijos, quienes no necesariamente se identifican con la cultura salvadoreña; es el común de la población emigrante, quienes a través de la limpieza de casas y oficinas, al cuidado de niños y niñas, al sector obrero, a la atención a clientes una vez aprenden inglés, aportan a la economía de este país y las de su país de origen.
Brackley recordó el drama migratorio que sufren los centroamericanos en su trayecto a Estados Unidos y en contraste, en el año son 20 mil personas las que Estados Unidos deporta para EL Salvador, reiteró.
"Monseñor Romero nos está diciendo que es necesario una reforma justa, amplia y comprensiva para los migrantes en Estados Unidos, pero también, Romero estaría porque la gente goce de todos los derechos como seres humanos en sus países," recalcó.
Ana sigue con su rutina domestica los siete días de la semana, esperando, como muchos indocumentados, una reforma migratoria incierta.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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