30 marzo 2010
por Susana Barrera

SAN SALVADOR – Comunidades históricamente marginadas en los Estados Unidos: la comunidad homosexual y la latina, recibieron la visita del Obispo Primado de la Iglesia Anglicana de la Región Central de América (IARCA), Martín Barahona, el pasado domingo

"Somos doblemente marginados; estamos indocumentados y somos gay, pero somos una comunidad muy unida," dijo Elena, un trasvertido que, junto a otros, se reúne con frecuencia en un bar de un barrio diverso de San Francisco.

"Dios les ama, no les condena, para él no hay exclusión," dijo Barahona, quien les instó a mantenerse fuertes y potenciar su fe y espiritualidad.

San Francisco es una ciudad bohemia y pintoresca del Estado de California, conocida por la presencia de la diversidad sexual, su infraestructura victoriana y su famoso Puente Rojo.

Barahona, también Obispo de la Iglesia Anglicana de El Salvador, celebró el Domingo de Ramos en una de la principales calles de San Francisco, yendo de bar en bar para entregar las tradicionales ramas benditas, que en el mundo de los cristianos recuerdan la llegada triunfante de Jesús a Jerusalén.

También el obispo salvadoreño ofició en parroquias, cuya membrecía principal es de gays y lesbianas; ahí tuvo la oportunidad de acercar la realidad salvadoreña y regional a esta comunidad.

La Iglesia Episcopal de los Estados Unidos, en los últimos tiempos, se ha mostrado abierta a la diversidad sexual.

Barahona, junto al director ejecutivo de la Fundación CRISTOSAL (Episcopales Para el Desarrollo de la Población Salvadoreña), Noah Bullock, tuvieron acercamientos con parroquias que tienen interés en una relación de amistad con El Salvador.

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación