30 marzo 2010 por Susana Barrera
SAN SALVADOR – Un evento inter-religioso celebrado en la Catedral Episcopal de La Gracia, en San Francisco, California, sirvió para rendir homenaje al testimonio del obispo mártir Monseñor Oscar Arnulfo Romero, quien fuera asesinado mientras celebraba una misa en la capilla de un hospital para enfermos terminales en la capital salvadoreña.
La celebración incluyó danza, testimonios, una exposición fotográfica, y se realizó de manra bilingüe, coordinada por el sacerdote episcopal Tommy Dillon y seguidores de monseñor Romero.
La homilía corrió a cargo del reverendo Dean Brackley, miembro de la escuela de la teología de la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas"-UCA-, de la compañía de Jesús en El Salvador.
Durante su discurso Brackley dijo que "Monseñor Romero tiene una presencia nueva y palpable en el pueblo salvadoreño, ha resucitado en el pueblo y su amor a la justicia se vive y transciende fronteras ... Monseñor nos enseña la esperanza ... nos enseña que otro mundo es posible."
Oscar Arnulfo Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980, en el contexto de una guerra civil que vivió ese país centroamericano. La causa de su asesinato tiene como base sus posiciones pastorales y su opción preferencial por los pobres.
Mientras que Kalhed Hamoni, de la Comunidad Islámica en San Francisco, dijo que la historia de monseñor Romero le toca el corazón directamente, ya que en su ciudad natal, en Medio Oriente, muchos religiosos murieron perseguidos por defender la justicia.
Ángelo Campisi de la comunidad hindú, reflexionó "que pudieron haber matado el cuerpo de Romero, pero no su espíritu; su verdad de justicia prevalece aún. Relacionó, además, al mártir religioso con Gandhi en la medida que ambos trabajaron por el amor y para la justicia.
El evento se llevó a cabo en el ala principal de la catedral, al tiempo que una exposición con fotografías de Romero se exhibió de manera paralela a pinturas e imágenes de los sacerdotes jesuitas asesinados en El Salvador, junto a dos de sus colaboradoras.
En el país centroamericano en todo el mes de marzo hubo diferentes expresiones artísticas, religiosas y culturales dedicadas a su legado. La conmemoración ha tenido su momento cumbre cuando el presidente Mauricio Funes, pidió perdón, en nombre del Estado, por el asesinato del obispo Romero.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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