19 marzo 2010
ARGENTINA – La Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) en Oberá, Misiones, en la Mesopotamia argentina, sufrió el pasado 16 de marzo un ataque en su templo. El o los delincuentes, no se llevaron objetos de valor pero sí orinaron y defecaron a metros del altar. El pastor Eugenio Albrecht, a cargo del segundo cargo pastoral de esa parroquia, envió una narración de los hechos, que compartimos. El pastor Juan Abelardo Schvindt, Secretario General de la IERP, informó del hecho a la Directora de Cultos de Argentina, Andrea de Vita y al Secretario de Culto, Embajador Guillermo Oliveri.
Informa el pastor Albrecht: El fin de semana del 13 y 14 de marzo hemos compartido las actividades habituales de la congregación, con el agregado de que el domingo tuvimos una fiesta con almuerzo comunitario. El lunes entre tanto se desarrolló allí una reunión de comisión directiva, mientras que el martes no hubo actividades, razón por la cual nadie pasó por el lugar. El miércoles teníamos previsto un encuentro de damas y cuando llegaron las primeras mujeres al templo, se encontraron con una espantosa situación: había una ventana de vidrio rota y señales de que habían entrado a la iglesia con aparentes intenciones de robo. Pero al entrar al templo se encontraron con el cuadro completo de lo que realmente sucedió. Había un armario que estaba todo revuelto con cosas tiradas por todos lados y a unos metros del altar habían defecado y orinado en el piso. No se robaron nada, en principio porque ya no queda mucho para robar (ya se llevaron dos veces los equipos de sonido) y por otro lado, extrañamente no entraron a la sacristía donde estaba el cáliz, que tiene su valor económico.
Ante esta situación, que ha sido tomada y tratada por varios medios de comunicación de la provincia y sobe la cual no hay muchos antecedentes en la Provincia, nos hemos estado haciendo más que nada preguntas. Hicimos la correspondiente denuncia policial en la esperanza de poder dilucidar lo que pasó.
Nos preguntamos por ejemplo ¿qué lleva a una persona a defecar a metros de altar de un iglesia? Nos preguntamos a quién están ofendiendo con la actitud ¿A una comunidad? ¿A una iglesia? ¿A si mismo?. Nos queda la duda.
Esperamos que haya sido una travesura nada más. Lo raro fue que no se llevaron nada, siendo que el cáliz estaba en la sacristía, a la que se accedía con el simple hecho de romper una puerta. Si lo que quisieron hacer llegar es un mensaje, nos parece bastante delicado por lo que significa simbólicamente "defecar" en un lugar. Sin dudas desnuda las más baja y artera necesidad de denigrar al otro. Quien defeca adrede, lo hace porque quiere hacer daño. También puede hablar de la realidad de quien lo hace. En fin, las propias dudas nos lleva a elucubrar y buscar explicaciones que no son simples de encontrar.
Esperamos poder encontrarle respuestas a esto. De ese modo no nos quedará la duda sobre el motivo que llevó a que alguien a tener una esta actitud como esta.
En este momento pedimos a Dios que nos de la suficiente integridad para seguir proclamando con fuerza el Evangelio ante la sociedad y que asimismo no aparezcan actitudes a través de las cuales y ante la búsqueda de culpables, se termine "culpabilizando" inocentes.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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