21 enero 2010
CIUDAD DEL VATICANO – Una ola de violencia contra los inmigrantes africanos que trabajan en los campos de Italia, perpetrada en los últimos días, llevó al Papa Benedicto XVI a hacer un llamado al pueblo italiano.
Como resultado de la violencia fueron heridos unos 70 africanos y la policía evacuó a cientos de ellos residentes em la ciudad de Rosarno, en Calabria. Según diversos medios de prensa, la causa está vinculada al crimen organizado del cual participa esa región italiana.
De ahí que el pontífice afirmara en su discurso a los peregrinos congregados em la plaza de San Pedro, en Ciudad de el Vaticano, que lo único que diferencia a un ser humano de otro es su lugar de origen, su cultura y su tradición, y aludió a la necesidad de que esas personas sean respetadas, particularmente, en el ámbito laboral "donde existe la tentación de explotarlos," dijo y llamó a buscar las raíces del conflicto sin llegar a la violencia.
Según un despacho del corresponsal de la BBC allí en Roma, muchos inmigrantes del Norte y el Oeste africano reciben sueldos mínimos por recolectar frutas y vegetales, labor que muchos locales no quieren hacer por lo extenuante.
Afirma que la situación allí, em Rosarno, se torna difícil, como en otros lugares del país, porque la inmigración ilegal, que alimenta las actitudes criminales, ha sido tolerada durante mucho tiempo sin que el gobierno haga algo.
Agrega que, según se dice, el mercado local está controlado por la mafia de la región que, cada vez más, contrata la mano barata de trabajadores ilegales para faenas estacionales. Mientras, esos trabajadores viven en condiciones vergonzosas y reciben um salario pésimo. Estos salarios se pagan en efectivo, al margen de toda ley laboral, además de que las de seguridad y salubridad no se cumplen en lo absoluto, ni se pagan impuestos.
El mismo artículo alude a que, en los últimos años, la mafia calabresa se ha convertido en una de las organizaciones criminales más poderosas del país que controla, incluso, gran parte del tráfico europeo de las drogas, y da pie a una cultura que fomenta prácticas esclavas, la xenofobia y el racismo, sobre todo, por los africanos que acuden a esa región en busca de mejores condiciones de vida que en su país de origen.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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