5 noviembre 2009 por Guillermo Meléndez
SAN JOSÉ, Costa Rica – La Coordinadora Centroamericana "Monseñor Oscar A. Romero concluye una carta enviada al Instituto Católico de París, instando a que se abstenga de entregar su honoris causa "al Cardenal Oscar Rodríguez Madariaga (…) como tampoco a aquel designado, conjuntamente con él para tal inmerecida distinción, que es Michel Camdessus, director del Fondo Monetario Internacional, FMI, de 1987 a 2000, conocida organización mundial causante de las condiciones de muerte que viven nuestros países empobrecidos por causa de sus políticas."
La misiva, fechada en Panamá el pasado 29 de octubre, y dirigida a la señora Florence Bastien, plantea que la esa Coordinadora Centroamericana, con articulaciones en Guatemala, el Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, "acompañan al pueblo en sus procesos por conquistar una vida digna, justa, igualitaria y democrática desde el enfoque del Evangelio liberador de Jesucristo, nuestro Señor, y con la inspiración que nos dejara Monseñor Oscar Arnulfo Romero con su ejemplo profético y martirial, porque se puso a lado de los pobres y crítico al sistema de opresión.
"Nuestra respetuosa nota al Instituto Católico de París, por su intermedio, obedece al hecho de la noticia de que esta Institución concederá próximamente la distinción conocida como Doctor Honoris Causa al Cardenal Oscar Rodríguez Madariaga, obispo de Tegucigalpa, Honduras. Nos llama poderosamente la atención de que el Instituto, reconocido mundialmente por su alto nivel intelectual, científico y humanista, además de cristiano, haya tomado esta decisión que, a nuestro juicio y a consideración de la comunidad internacional, resulta contradictoria con el perfil que actualmente ostenta el Cardenal Rodríguez Madariaga frente a la dramática situación de nuestro pueblo hermano de Honduras.
"Es sabido que la democracia en este querido país hermano centroamericano sufrió un cruento ataque con el Golpe Militar de Estado el pasado 28 de junio, perpetrado por la conjunción de todos los poderes militares, políticos, judiciales, gubernamentales, empresariales y jerárquicos de la Iglesia Católica, obedeciendo a determinados intereses. Las consecuencias de este funesto hecho se han traducido en la conculcación de todas las libertades y derechos de los ciudadanos, la violación a los derechos humanos, la militarización del país, las detenciones arbitrarias, la represión contra acciones pacíficas de la población, golpizas, asesinatos, denegación de justicia, victimización de niños, mujeres, jóvenes y hombres de manera indiscriminada, particularmente aquellos que reclaman, activamente, el retorno al orden constitucional, quebrantado por los golpistas.
"La jerarquía de la Iglesia Católica de Honduras avaló el Golpe de Estado y se ha mantenido en silencio frente a los desmanes que el gobierno de facto, el ejército y la policía han causado en la población en términos de violación de los derechos humanos, lo que indica que es cómplice por omisión. La posición del Cardenal Monseñor Rodríguez Madariaga ha sido clara y explícita al mostrarse abiertamente de acuerdo con lo que pasó y está pasando en Honduras. Es justo señalar también que un miembro de la jerarquía católica, como también sacerdotes, congregaciones religiosas y cristianos de base se ha pronunciado enfáticamente en contra del Golpe Militar y reclaman con el pueblo en resistencia el retorno inmediato de la democracia."
El texto, rubricado por Conrado Sanjur, secretario de la CORCA, plantea, además, que la actuación del cardenal ha causado consternación y desaprobación en la comunidad hondureña y en el ámbito internacional "por considerarla contraria al Evangelio, a los pobres, a la vigencia de los derechos humanos y al derecho de los pueblos de construir su propio futuro con vida en abundancia para todos y todas."
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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