9 octubre 2009 por Juan Michel
GRECIA – "La búsqueda de la unidad entre los cristianos es tan costosa, lenta y dolorosa," dice el metropolitano Gennadios de Sassima, del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. Sin embargo, agrega, "por la gracia de Dios hay esperanza."
Vicemoderador del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), Gennadios habla desde una experiencia de años en el movimiento ecuménico, en el que comenzó a participar como joven steward en la Asamblea del CMI en Uppsala en 1968.
Como persona clave en la organización de la reunión plenaria que la Comisión Fe y Constitución del CMI lleva a cabo en la Academia Ortodoxa de Creta del 7 al 13 de octubre, Gennadios está satisfecho con el marco que ésta brinda a las deliberaciones.
Creta, que por razones históricas no pertenece a la jurisdicción eclesiástica de la Iglesia (Ortodoxa) de Grecia sino al Patriarcado Ecuménico, cuya sede está en Estambul, Turquía, "tiene una larga tradición hospedando eventos ecuménicos," señala Gennadios. "La atmósfera aquí es propicia, la gente tiene una mentalidad abierta."
Para Gennadios, el "carisma particular" de la Comisión Fe y Constitución es la habilidad de saber lidiar con asuntos difíciles y una gran diversidad de puntos de vista teológicos. Esto se logra gracias a una actitud de cooperación sustentada "en la amistad y el apoyo mutuo."
La Comisión Fe y Constitución es considerada el más amplio foro teológico mundial dado el número de confesiones cristianas que la conforman, su representatividad regional y el carácter oficial de la participación en la misma. Está integrada por las iglesias miembros del CMI, la Iglesia Católica Romana y otras iglesias.
Hoy, la Comisión no sólo está compuesta por un 80 por ciento de nuevos miembros, sino que también hay un recambio generacional. "Hay nuevos rostros, la generación más antigua deja poco a poco paso a gente más joven," subraya Gennadios. La edad promedio de sus 120 miembros es 48 años y alrededor de medio centenar provienen del Sur global.
Ortodoxamente hablando.
"La participación ortodoxa en la Comisión ha sido muy rica desde el comienzo," señala Gennadios, quien ha sido miembro del personal, vicemoderador y moderador de la misma. "Grandes personalidades, pioneros del movimiento ecuménico en el mundo ortodoxo han sido sus miembros," subraya.
Entre las contribuciones ortodoxas al diálogo teológico ecuménico Gennadios menciona el concepto de conciliaridad (la relación de comunión y unidad en la fe entre las iglesias locales), la teología del Espíritu Santo y el énfasis en la naturaleza trinitaria de Dios.
Y eso a pesar de una dificultad específica de la Iglesia Ortodoxa cuando se trata de diálogo ecuménico, a saber que "sus formas de pensar y ‘términos de referencia' son diferentes de los de Occidente." Dado que el movimiento ecuménico maneja principalmente categorías occidentales, "los ortodoxos se vieron obligados desde el comienzo mismo a expresar sus posiciones y puntos de vista dentro de un marco teológico ajeno."
Gennadios reconoce cierto "estancamiento" o "crisis" en el movimiento ecuménico actual, que lleva a un "sentimiento de frustración." Sin embargo, afirma, "hay que considerar cuántos siglos hemos estado divididos!"
En el camino ha habido progresos. El documento de Fe y Constitución Bautismo, Eucaristía y Ministerio de 1982 "fue una revolución para las iglesias," dice. "Fue el documento ecuménico más traducido y está en uso todavía hoy, aunque con un perfil más bajo," subraya Gennadios.
En el mundo ortodoxo el documento ha sido, al igual que otros resultados producidos por el trabajo de Fe y Constitución, una herramienta utilizada en diálogos bilaterales con confesiones como la Católica, Luterana, Anglicana e incluso entre las dos familias ortodoxas (Calcedonia y Oriental).
Para Gennadios, "la cuestión crucial" del diálogo teológico ecuménico es "sin ninguna duda la eclesiología," o en otras palabras, la comprensión de lo que significa ser iglesia.
Dialogar sobre sus diferentes eclesiologías ha permitido a las iglesias en las últimas décadas alcanzar un mejor entendimiento mutuo y de sí mismas. Hoy es necesaria una renovación que promueva "una eclesiología de más convergencia."
Para los ortodoxos, dice Gennadios, el objetivo "no es un acercamiento naïve sino la unidad en Cristo." Fe y Constitución puede contribuir a esta meta ayudando a las iglesias cristianas a "escucharse y comprenderse mejor unas a otras," estar juntas en un "espacio eclesiológico."
"La unidad de la iglesia se conseguirá solamente si nosotros, con arrepentimiento, humildad y discernimiento, volvemos a nuestras fuentes comunes," afirma Gennadios. La esperanza de lograrlo se basa en que, "a pesar de este mundo dividido, sigue en pie la promesa de Dios."
"Somos todos pueblo de Dios -enfatiza Gennadios- y a pesar de estar divididos la gracia de Dios alcanza a todos sus hijos e hijas."
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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