31 agosto 2009 Por Dafne Sabanes Plou
¿Por qué quieren participar los jóvenes en el movimiento ecuménico? ¿Y hay espacio para ellos en las estructuras ecuménicas, muchas de ellas creadas hace décadas?
Para la joven brasileña Diana Fernandes dos Santos, la violencia urbana, el impacto de la globalización, las confrontaciones religiosas son, entre otros asuntos, algunas de las razones que impulsan a los jóvenes a querer ser protagonistas en la resolución de los problemas participando en el movimiento ecuménico desde su experiencia de fe.
La crisis económica mundial, por ejemplo, afecta especialmente a la juventud, que sufre por el desempleo y la falta de oportunidades y se siente excluida de toda posibilidad de desarrollo. "Los espacios de participación en el movimiento ecuménico permiten el inicio de procesos en los cuales la gente joven se ve animada por nuevas visiones," dice dos Santos.
Diana Fernandes dos Santos, de la Iglesia Metodista de Brasil, es moderadora de la Comisión de los jóvenes en el movimiento ecuménico (ECHOS), que comenzó a funcionar en el seno del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) en 2007. La comisión está formada por veinticinco jóvenes que representa a un amplio espectro de iglesias y organizaciones ecuménicas. Tiene como mandato trabajar en propuestas que alienten la labor de la juventud en el movimiento ecuménico.
Los miembros de ECHOS intervinieron en una de las sesiones del comité central del CMI, que se reúne en Ginebra del 26 de agosto al 2 de septiembre. En ella se preguntaron si estaban allí para formar jóvenes que fueran en el futuro juiciosos miembros del comité central o si el énfasis debía estar en la formación de personas dispuestas a comprometerse con el movimiento ecuménico en todos los niveles de la iglesia y la sociedad, en especial en el plano local.
"No podemos pretender que las estructuras concebidas e instaladas hace largo tiempo hagan lugar a los jóvenes fácilmente," dice dos Santos, "pero las iglesias y el movimiento ecuménico tienen el desafío de lograr que ellos hagan una conexión entre su vida personal y su misión como cristianos."
En su intervención, los jóvenes dijeron tener el sueño de "un mundo donde ningún país ejerza su poder sobre otro, ni haya divisiones entre Norte y Sur, entre pobres y ricos, entre opresor y oprimidos, sino que predominen la justicia, la paz y la igualdad."
La ambición de los jóvenes es "que las iglesias no se preocupen tanto por lo institucional ni por las estructuras, sino que realmente se comprometan a marcar una diferencia en este mundo." "Es importante trabajar en las iglesias para motivar el uso de los dones al servicio de la misión, dice dos Santos, hay cómo hacerlo y no se deben cerrar las puertas."
Los jóvenes pidieron que las iglesias impulsen la formación ecuménica de cientos de personas, para que utilicen "su energía, sus expectativas, su visión, su coraje para abandonar las viejas estructuras, y su esperanza inquebrantable para avanzar."
"La misión es muy grande y tenemos muchas ganas de trabajar," asegura dos Santos. "Los jóvenes ya hemos identificado áreas de trabajo y queremos poner allí nuestros esfuerzos, sirviendo a las iglesias y al movimiento ecuménico en su conjunto."
Más información sobre ECHOS: http://www.oikoumene.org/?id=3191&L=4.
Más información sobre la reunión del comité central (en varios idiomas, incluyendo castellano): http://www.oikoumene.org/es/events-sections/cc2009.html.
Consejo Mundial de Iglesias Dafne Sabanes Plou es periodista free-lance, miembro de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina.
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