Published by the Queens Federation of Churches
Obispo De Costa Rica Denuncia Atropellos a Inmigrantes Y Crecimiento
De La Pobreza En Zonas Turísticas

23 junio 2009

COSTA RICA – "Tras las huellas de Cristo, promoviendo la vida en Él, al norte de Costa Rica, es el título de la Carta Pastoral de Monseñor Girardi, entregada este viernes 19 de junio, durante la Festividad del Sagrado Corazón de Jesús en su Diócesis, que los lectores pueden encontrar adjunta a esta nota, en la página de ALC.

En ella explica que en esas tierras, muy unido al fenómeno del turismo descubrió el crecimiento de la migración de nicaragüenses, particularmente por la necesidad de mano de obra barata para la infraestructura turística y los trabajos domésticos, y de colombianos, estos últimos tanto en condición de migrantes como de refugiados."

Señala que existe un cuerpo de leyes internacionales de derechos humanos a nivel universal y regional, que reconocen a las personas migrantes y refugiadas derechos y deberes, no en su condición de migrantes, sino por su condición de persona.

Sin embargo, Girardi sostiene que un status migratorio irregular "no puede servir de excusa para discriminar" en términos de otros derechos como el derecho a la educación, la salud, acceso a la justicia, a vivienda digna, trabajo dignificante, etc. Ser refugiado o migrante no equivale a ser delincuente, a pesar que los medios de comunicación social no cesen de difundir esta idea.

Girardi expresa su preocupación por "la clandestinidad en que viven los niños; el maltrato y la explotación de las empleadas domésticas migrantes, la situación crítica de los que laboran en zonas cañeras, haciendas y en otras actividades y servicios (sin seguridad ni garantías sociales), las condiciones inhumanas e insalubres en que permanecen los que son detenidos en las fronteras y su aceptación dentro de la comunidad que los recibe."

"Nos comprometemos a participar desde la Iglesia en un constante rescate de la memoria histórica de nuestros pueblos fronterizos, siempre ligada a flujos migratorios, para que se valore más el significativo papel histórico de la migración. Como decía el poeta: "el pueblo que pierda su historia, no merece seguirse llamando pueblo."

Entre los numerosos puntos que aborda la Carta, la ecología no está exenta. El "alarmante" crecimiento de monocultivos, es denunciado porque "atenta contra el ambiente, elimina animales y plantas necesarios para mantener el equilibrio ecológico, contamina los suelos y las aguas con agroquímicos, despierta plagas poco comunes y en no pocos casos irrespeta nuestra cultura local. Nuestra región que se ha visto afectada por los monocultivos de caña de azúcar, arroz, algodón, melón y naranjas, entre otros, está comenzando a enfrentar uno de los más destructivos de la ecología como es el cultivo de la piña, que se está imponiendo agresivamente."

El pastor católico afirma: "Como Iglesia daremos atención particular a la pastoral ambiental y al profetismo que conlleva la denuncia por los delitos ecológicos que continúan quedando impunes, no pocas veces en complicidad con funcionarios estatales, al mismo tiempo que animamos a nuestros agentes de pastoral y personas cristianas de cualquier agrupación, a que asumamos con valentía la defensa del ambiente, de nuestra madre Tierra y de nuestra casta, limpia y generosa hermana AGUA. El escenario ambiental se va convirtiendo cada vez más en una oportunidad de celebración ecuménica."

El turismo, como negocio que mueve millones, es denunciado por el obispo por no compartir los beneficios con los pobladores de esas regiones. Guanacaste es la provincia que más creció proporcionalmente en este rubro, cuadruplicándose la inversión en millones de dólares del 2004 al 2007.

Los datos que aporta son contundentes: "Las grandes promesas de que la actividad turística traería mayores y mejores empleos a nuestra población, que abandonó las fincas, la ganadería, la pesca y la producción de granos básicos para dedicarse a la construcción y otras actividades ligadas con el turismo, también aseguran las estadísticas oficiales que no corresponde a la verdad. Según el censo del INEC para 1973, casi el 73% de la población de nuestra región chorotega se ocupaba en la agricultura o en la pesca; la Encuesta de Hogares de 2007 nos asegura que hoy sólo lo hace el 20%. Y los trabajadores guanacastecos son los más maltratados de todo Costa Rica, desmejorándose su situación laboral: llevan 5 años o más sin trabajar un 20,3% (uno de cada 5 guanacastecos); continúan en ocupaciones no calificadas un 35,53% (uno de cada tres); laboran sólo medio tiempo o menos un 10,49%; no tienen vacaciones un 30,99%; no tienen derecho a incapacidad un 31,61%; no tienen aguinaldo un 28,97%; declaran un ingreso inferior a cien mil colones un 73,18% (tres de cada cuatro guanacastecos); se mantienen en subempleo visible e invisible un 13,81%; sobreviven en un trabajo inestable un 21,55%...en fin, nos está saliendo muy caro eso que llaman progreso."

Otro hecho a tener en cuenta: "Con dolor constatamos que mientras en varias comunidades costeras santacruceñas en el verano escasea el recurso hídrico de forma alarmante no sucede lo mismo en los hoteles vecinos, donde el agua no es racionada y se desperdicia abundantemente. En El Jobo de La Cruz, mientras los hoteles con sus pozos profundos abundan en agua, el vecindario sólo accede al líquido vital en la madrugada o cuando llegan los camiones cisterna a repartirla: es aquí donde cuestionamos cual prioridad se da en el uso del agua."

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación

 

 


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Last Updated June 27, 2009