25 junio 2009
BUENOS AIRES, Argentina – En un comunicado, la Confraternidad Judeo Cristiana convoca a asumir el compromiso de participar y emitir el voto con absoluta libertad, y en forma responsable y serena. Estiman que todavía es posible aspirar a la formación de una sociedad más justa y equilibrada. También la obispa metodista en Argentina llamó a "desenmascarar a los mercaderes de la muerte."
La Comunidad Judeo Cristiana llamó a no perder la oportunidad de reconstruir la República perdida, al expresar una posición coincidente ante las elecciones legislativas del próximo 28 de junio.
En un comunicado, la organización interreligiosa dice: "A pocos días de las elecciones, hacemos un llamado a todos los ciudadanos de esta Nación bendecida, insistiendo en la necesidad que cada uno, desde sus más íntimas convicciones, exprese su voluntad con absoluta libertad, en forma responsable y serena, porque de nosotros depende el futuro de la Patria que nos ha sido legada. En estos momentos cruciales por los que atravesamos, debemos tener la responsabilidad suficiente para asumir el compromiso de participar – haciéndonos cargo de dicho compromiso-, y aspirar a la formación de una sociedad más justa y equilibrada, en la que se contemple el mayor bien de la confraternidad humana como un objetivo superior."
Confían que aún se puede encarar con firmeza "y muy a pesar de las frustraciones políticas y de los errores del pasado, una tarea constante, responsable y enérgica." "Nos encontramos ante una nueva oportunidad, no dejemos que se nos escurra de las manos. Es la responsabilidad que asumiremos ante la historia, ante nuestros hijos y fundamentalmente ante nosotros mismos, finaliza.
También la pastora Nelly Ritchie, Obispa de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina, envió a a las congregaciones metodistas un comunicado donde afirma: "Necesitamos desenmascarar a aquellos para quienes un pedazo de tierra vale más que la gente que lo habita, a quienes reducen a las poblaciones aborígenes a rincones estériles sin reconocerles las tierras que heredaron de sus antepasados y en la cuales ellos nos permiten vivir . Necesitamos denunciar a quienes contaminan el aire y las aguas condenando a poblaciones enteras a vivir expuestas a los riesgos de la sobreexplotación de la tierra. Necesitamos señalar a los "mercaderes de la muerte" que trafican con personas, envenenan las mentes y los cuerpos de nuestra juventud e impiden que la ancianidad sea la etapa en la cual se disfruta los frutos del trabajo de toda la vida."
También nos preguntamos, dice la carta, cómo aportamos nosotros cada día en la construcción de una democracia real, participativa, respetuosas de las diferencias, para la cual la pluralidad no es un objetivo lejano sino cercano y cotidiano. Y nos preguntamos si estamos siendo parte de la construcción de espacios de diálogo inclusivo y respetuoso, que permita el desarrollo pleno del ser humano responsable por la creación de la cual formamos parte.
"Nuestro ejercicio democrático no termina en las urnas, sino que comienza allí. Porque no sólo podremos ejercer el derecho de expresar nuestros deseos en el acto eleccionario, sino porque al hacerlo nos comprometeremos a aportar, desde nuestra diversidad ideológica y de tareas, a la consolidación democrática," subraya.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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