16 junio 2009 por Víctor Liza Jaramillo
LIMA, Perú – Decenas de millares de personas se congregaron el pasado jueves 11 en el centro de Lima para mostrar su solidaridad con los reclamos de los pueblos amazónicos, quienes demandan desde hace dos meses la derogación de varios decretos supremos que promueven la inversión privada en sus tierras y hacen peligrar la preservación del medio ambiente.
La otra razón de la movilización fue el repudio a los sucesos del 5 de junio en Bagua, donde murieron decenas de personas, entre civiles y policías, en un intento de desalojo de las carreteras que tenían ocupadas los indígenas amazónicos como protesta ante las leyes promulgadas por el gobierno del presidente Alan García. También demandaron que se investiguen estos hechos.
En una de las manifestaciones más grandes de la década, convocada por la Central General de Trabajadores del Perú (CGTP), se agruparon diversas organizaciones de la sociedad civil, tales como sindicatos, estudiantes universitarios, pensionistas, asociaciones de comunidades indígenas y algunos partidos políticos.
La concentración inicial se dio en la Plaza Dos de Mayo, en pleno centro de Lima, al promediar las 2 de la tarde. El recorrido original era en dirección al Palacio de Gobierno, pero ante el cerco policial, se desvió por toda la Avenida Nicolás de Piérola, para luego entrar a la Avenida Abancay, con dirección al Congreso de la República.Justo cuando estaban a dos cuadras del Poder Legislativo, la policía lanzó gases lacrimógenos desde las azoteas de los edificios. Una de estas dejó herido a uno de los manifestantes, llamado Hildebrando Castro Pozo Chávez (del Partido Socialista) que debió ser llevado de emergencia a un hospital cercano.
El incidente causó un repliegue momentáneo; pero las multitudes intentaron avanzar nuevamente. Ante esto, la policía lanzó más gases lacrimógenos, y los manifestantes tuvieron que correr por la avenida para evitar ser alcanzados por sus efectos, a la vez que manifestaban su repudio al gobierno. También se supo que hay al menos 10 detenidos.
Por el lado evangélico, se hicieron presentes estudiantes del Recinto Universitario Teológico (en convenio con la UBL), la Mesa Evangélica Juvenil del CLAI, la Asociación Paz y Esperanza, el Servicio Ecuménico de Pastoral y Estudios de la Comunicación (SEPEC), la Red Miqueas, entre otros.
Los estudiantes del Recinto llevaron unos símbolos, representados por ellos mismos, en los que encarnaban a un policía con su fusil gigante, un indígena amazónico arrastrando un pozo petrolero, y a Jesús cargando la cruz, que tenía un letrero en la parte superior que rezaba "DL 1090," en referencia al principal de los decretos polémicos emitidos por el régimen de García.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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