29 mayo 2009
COLOMBIA – En Bogotá se desarrolla la Conferencia Ecuménica Internacional sobre Transferencia de Armas, en el contexto del Proceso de Gotemburgo. El Consejo Latinoamericano de Iglesias -CLAI está siendo representado en tan importante reunión en el vicepresidente pastor Felipe Adolff, el Secretario Regional Rvdo. Jorge Zijlstra y representantes de la Mesa Nacional Clai Colombia: obispo Juan Alberto Cardona, Rvda. Gloria Ulloa y la Hna. Miriam Pinto.
La Conferencia ha sido convocada por tres organizaciones ecuménicas con sede en Suecia: el Consejo Cristiano de Suecia (Christian Council of Sweden), el Consejo Misionero Sueco y Swedish Fellowship of Reconciliation (SweFor) y, desde América Latina por el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI). Participan también de la reunión ONG's de Brasil, Argentina, Colombia, Venezuela, la Conferencia Episcopal de Colombia y algunos representantes de cancillería como en es el caso de México y Colombia.
La regulación del tráfico ilegal de armas pequeñas y ligeras y su uso es una temática que viene proponiéndose desde la sociedad civil y las comunidades con base de fe ya que la falta de regulación en el tráfico de armas es de las causas mayores de muertes en cada uno de los países de la región afectando especialmente a las personas de los tejidos sociales más vulnerables, discriminados y estigmatizados. Son las principales víctimas del uso de armas: los pobres, las mujeres, los niños, la gente de razas o grupos étnicos marginados.
El uso de las armas está en directa relación con el mayor o menor grado de desarrollo de los pueblos, dándose mayor uso de armas y muertes ocasionadas por el uso de éstas, en los países no desarrollados. A la vez esta realidad es de de tan alto costo (en vidas y en su efecto en la economía) que se ve -estadísticamente revelado- que cuanto menos regulación del uso de armas hay en un país, menor es la posibilidad de su desarrollo, independientemente que dichas armas sean legales o ilegales ya que los fondos que podrían ir a educación, salud, desarrollo, van destinados a la adquisición de más armas o a la lucha para tener el control de las ilegales, a la vez que se aumentan los costos de salud, fuerzas de seguridad, atención de victimas, etc. Cuanto más corrupción, inseguridad jurídica y carencia de regulaciones sobre el particular, menores son las posibilidades de desarrollo y mejoramiento de la vida del común de la gente.
Las consecuencias de la tenencia y uso de armas produce muertes que serían evitables mediante la implementación de campañas de desarme, entrega de armas ilegales, y otras iniciativas de concientización que procuren limitar la tenencia de armas de parte de civiles.
Un Tratado vinculante de Naciones Unidas sobre Transferencia Internacional de Armas Pequeñas y Ligeras (ATT Tratado de Transferencia de Armas, por su sigla en inglés) proveería un marco jurídico internacional que ayudaría a tomar control de esta situación que causa tantas muertes diarias en cada uno de nuestros países y éste es el desafío al que deben responder las iglesias y la sociedad civil.
Las iglesias tienen a su favor el estar inserta en cada comunidad y región y ser reconocidas por la sociedad como referentes confiables, y por tanto agentes capaces de llevar llevar adelante (con otras organizaciones de la sociedad civil) un rol de gestor de una cultura de paz, promotor de campañas de entregas de armas ilegales en los países de la región y promotor también del tratado internacional que regule la transferencia de armas pequeñas y ligeras, y ser una voz profética ante las Naciones Unidas solicitando la aprobación de un ATT.
Esta temática esta incrustada en la agenda internacional y cuando más se conoce sobre esta realidad y las muertes evitables que produce, más se hace evidente la necesidad de hacer algo al respecto.
La convocatoria de la reunión afirma: "América Latina es una de las regiones más violentas en todo el mundo – eso a pesar de que hay muy pocos conflictosarmados tradicionales. Un ejemplo muy emblemático de esta situación es que 42% de todos los homicidios a nivel global son cometidos en países latinoamericanos. Las explicaciones detrás de la violencia social latinoamericana pueden ser varias pero una de las principales es la proliferación de armas de fuego. Esa proliferación y la falta de control de las armas causa miles de muertes en toda la región cada año. En algunas ciudades en el continente es más probable morir por una bala que en un accidente de tráfico o por cáncer."
Aparte del dolor y el sufrimiento que causa la violencia armada, también representa un costo económico muy elevado a los países de la región. Según cálculos del PNUD, la violencia armada a nivel latinoamericana causa una pérdida de 15 a 20% del PIB anualmente1 – recursos que podrían ser usados para mejorar las condiciones de vida siendo invertidos en salud, educación y construcción de hogares.
Además de aumentar el número de homicidios, las armas pueden ser utilizadas en violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. También siempre corre el riesgo de que las armas sean desviadas a actores no estatales.
Actualmente, por primera vez en la historia, hay indicios de que un gran número de países están interesados en el establecimiento de normas universales jurídicamente vinculantes a las transferencias de armas, a menudo citado como un Tratado sobre Comercio de Armas (TCA), para asegurar que el comercio de armas sea responsable y transparente.
En reconocimiento de nuestra vulnerabilidad común como seres humanos, las iglesias deben responder a las realidades del comercio y la de proliferación de armas de un imperativo ético y teológico, dice el Rev.Zijlstra . "En muchos países, las iglesias también están en condiciones de invitar a diferentes actores a participar en el diálogo. Dentro del marco del proceso Gotemburgo, iglesias y organizaciones relacionadas trabajan juntos con el fin de aumentar el conocimiento de los desafíos éticos del comercio de armas."
"La Iglesia debe promover aquello que permita una vida con más dignidad y vida, debe trabajar a través de política, de iniciativas, para mejorar la condiciones de vida de la gente. Nuestra misión es QUE LA VIDA SEA MÁS HUMANA que la gente pueda vivir en un mundo más decente," finaliza.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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