20 mayo 2009

GINEBRA, Suiza – Ya es tiempo de que las Iglesias reformadas hagan escuchar sus voces en los espacios donde los poderosos toman decisiones, declara un dirigente de iglesia colombiana.

"La iglesia tiene que proclamar en los pasillos del poder que no somos los dueños de la riqueza del mundo sino únicamente sus intendentes" sostiene Helis Barraza Díaz, responsable de la Iglesia Presbiteriana de Colombia, entrevistado en Ginebra, donde se reune la red de la Alianza por la Justicia Económica y la Vida en la Tierra, uno de los programas de la Alianza Reformada Mundial (ARM). "Dios es el dios de la vida, de la creación y de la economía," afirma.

Refiriéndose a las reuniones que llevarán a cabo en Ginebra los Comités ejecutivos de la Alianza Reformada Mundial y del Consejo Ecuménico Reformado (CER), a partir de mañana, jueves 21 de mayo, Helis Barraza opina que "ahora es el momento preciso para que los miembros de las dos organizaciones reflexionen acerca del objetivo que como organización mundial se proponen alcanzar."

Barraza Díaz está convencido de que la respuesta no consiste simplemente en encontrarse para aprender unos de otros y compartir recursos. "Si no rendimos testimonio de lo que pasa en el mundo, nada de esto tiene sentido," declara.

Hoy en día, la Iglesia debe pregonar el mismo mensaje que tuvo Pablo al dirigirse a las clases dominantes de Atenas, en el primer siglo DC, cuando proclamó que el oro y la plata no eran Dios, opina Barraza Díaz. Pero está consciente de que hay quienes preferirían que las Iglesias no se inmiscuyan en asuntos seculares.

"Si la Iglesia acepta el sistema global dominante, no ven ningún problema. Pero si la Iglesia es profética y critica a ese sistema, algunos miembros se sienten incómodos," subraya.

El representante colombiano, que tiene una formación en economía y en administración, piensa que a pesar de ello, la ARM y el CER deben recordarles a las Iglesias que ya están involucradas en el mundo.

"Tienen una relación con el poder," insiste Barraza Díaz. "El desafío para las Iglesias reside en definir qué es lo que quieren hacer de esta relación."

Al planear su fusión para conformar la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, en el 2010, el objetivo de la ARM y del CER tiene que ser que se escuche la voz de la Iglesia en las esferas del poder, tal y como Pablo lo hizo.

Esto es urgente, afirma Barraza Díaz. "El mundo se dirige hacia la destrucción. Alguien tiene que reaccionar y las Iglesias tienen algo que decir al respecto."

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
Fuente; ARM- Prensa