22 abril 2009 por Manuel Quintero
Ginebra, SUIZA – El franciscano Luis Cabrera Herrera, un sacerdote con una fecunda trayectoria ecuménica, ha sido nombrado este lunes como nuevo arzobispo metropolitano de Cuenca por el Papa Benedicto XVI.
El padre Cabrera nació el 11 de octubre de 1955 en Azogues, Ecuador. Estudió en el Seminario Menor Franciscano en Azogues y Quito, y Filosofía y Teología en la Pontificia Universidad Católica de Ecuador. Fue ordenado sacerdote el 8 de septiembre de 1983 y ha sido ayudante del Maestro de Novicios y luego Maestro del Noviciado de Riobamba; Definidor de la Provincia de San Francisco de Quito; Encargado de la Pastoral Vocacional y de la formación de los aspirantes.
En 1990 fue enviado a Roma, donde obtuvo el Doctorado en Filosofía en la Pontifica Universidad Antonianum. Después de su regreso a Ecuador, en el 2000, fue elegido Ministro Provincial de los Franciscanos del Ecuador, Vicepresidente de la Conferencia de Religiosos y Director del Instituto filosófico-teológico "Cardenal B. Echeverría" de Quito.
Entre 1997 y 2003 fue secretario del Sector para el Ecumenismo de la Comisión Episcopal de Magisterio y Doctrina de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, y en el desempeño de ese cargo mostró una gran sensibilidad y apertura y dio un impulso significativo al diálogo y la cooperación con otras Iglesias.
En ese período, el padre Cabrera fue uno de los miembros más destacados de la Fraternidad Ecuménica Ecuatoriana, organismo responsable del impulso al ecumenismo nacional a través de la celebración de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos y otras actividades espirituales y de formación que involucraron a pastores, líderes laicos y congregaciones cristianas, fundamentalmente en Quito.
En 2003, fue llamado a Roma para trabajar como Definidor general de la Orden de los Hermanos Menores, con una especial atención a América Latina y el Caribe.
En abril de 2007, en una entrevista concedida a una agencia franciscana en Monterrey, México, el padre Cabrera dijo que lo más importante de su vocación fue haber descubierto la presencia del Señor en su vida siendo aún muy pequeño. "Yo vivía en un pueblo que se llama Azogues, en un ambiente muy religioso. Fue el ambiente familiar el que me ayudó a ser sensible a esa presencia del Señor, a su llamado. De tal manera que a los 12 años decidí dejar mi casa, mi familia, para ir en búsqueda de ese espacio donde podía realizar esta vocación, donde podía responder a esta llamada del Señor."
La Provincia del Azuay es considerada uno de los bastiones del catolicismo en Ecuador y, según datos de esa Arquidiócesis, cuenta con 622 mil fieles asistidos por 119 sacerdotes, 345 religiosos y 11 diáconos permanentes.
Según el vicario general de la Curia local, padre Guillermo Andrade, luego de la designación, el padre Cabrera deberá cumplir con una serie de requerimientos previos a asumir el cargo de arzobispo de esta ciudad, como el ser ordenado obispo. Su consagración episcopal, en principio, está prevista para el sábado 4 de julio.
Mientras esos trámites se cumplen, el arzobispo Cisneros continuará al frente de esta institución. Una vez que entregue el cargo, monseñor Cisneros será nombrado Arzobispo Emérito de Cuenca.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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