13 abril 2009
BUENOS AIRES, Argentina – Enfermedades de la pobreza, olvidadas o reemergentes, así la denominan análisis sociales y sanitarios. Distintos nombres para definir lo mismo: males que muchas veces permanecen invisibles, pero que están ahí, latentes, y afectan principalmente a personas sin servicios sanitarios básicos, con problemas de salud y escasa atención médica. Hay muchas enfermedades que pueden entrar en esta categoría, pero hoy, en el cono sur de América, preocupa cada día más, el DENGUE.
Argentina está sufriendo desde enero pasado el mayor brote epidémico de dengue con miles de afectados en provincias como Chaco, Salta, Jujuy y Catamarca. La enfermedad se está expandiendo en el norte y centro del territorio- llegando ya hasta la ciudad capital- apareciendo nuevos casos de dengue autóctono o importado (personas que contraen el virus durante algún viaje).
Algo similar sucedió el año pasado en Brasil y en 2007 en Paraguay. Bolivia hoy también vive la mayor epidemia en veinte años.
La ministra de Salud de Argentina, Graciela Ocaña, aseguró la semana pasada que "El dengue llegó para quedarse en América latina" y agregó que esta enfermedad "no es evitable, pero sí prevenible." "La lucha contra en dengue es responsabilidad de todos," dijo. Lástima que la prevención debía hacerse desde hace años y con continuidad. Ahora, ya es tarde.
La doctora Elsa Moreno, una de las expertas sanitaristas más destacadas de Latinoamérica, advirtió en una entrevista con el diario El Siglo de Tucumán que, por las experiencias que le tocó vivir con el dengue en algunos países de Latinoamérica, "en Argentina vamos a tener problemas con esta epidemia, porque la gente, en su mayoría, aún no tomó real conciencia de esta enfermedad, que es amiga de la pobreza." A propósito, la doctora Moreno aseguró que "todas las enfermedades de este tipo, que son transmitidas por mosquitos, tienen que ver con la pobreza y aunque no sean exclusivas de ella, siempre se potencian en las áreas donde faltan servicios esenciales y hay pobreza, acompañadas por carencias en el sistema educativo. Siempre están más expuestos los pobres," acotó.
Sobre el mismo punto, aseguró que "mientras haya exclusión y sigan existiendo zonas marginales, sin agua corriente, con falta de educación y carencia de capacitación, habrá dengue." La experta en Salud consideró que "la única manera de combatir al dengue será yendo casa por casa, con agentes sanitarios, para que las familias que no tienen posibilidad de acceder a las
campañas de prevención a través de los medios, puedan interiorizarse y aprender a prevenir, a eliminar los criaderos de mosquitos."
Enfermedad viral
El dengue es una enfermedad causada por un virus, y transmitida al ser un humano a través de la picadura de un mosquito, que es el vector de la enfermedad. En la mayoría de los casos, este es el Aedes aegypti, mosquito de hábitos domiciliarios, por lo que la enfermedad es predominantemente urbana. No todos los mosquitos contagian el dengue, sino aquellos que previamente picaron a un individuo enfermo. El contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados. No se transmite directamente de una persona a otra, ni a través de objetos ni de la leche materna. El mosquito que transmite el dengue, se desarrolla en envases caseros que puedan retener agua, tales como latas, barriles o tanques, llantas descartadas, floreros, y cualquier otro recipiente que contenga agua estancada.
Se presenta en dos formas: Fiebre del dengue: enfermedad de tipo gripal, rara vez causal de muerte; Fiebre hemorrágica del dengue: enfermedad más grave que puede ocasionar hemorragias y hasta la muerte, sumamente grave en niños.
Cambio climático, factor importante La alteración climática -producto de la manipulación humana del planeta- ha hecho que una enfermedad como el dengue, que antes se circunscribía al Asia y al África, ahora se expanda a Sudamérica. "Es evidente que el virus del dengue, para el cual no hay aún vacuna alguna, es un buen viajero. Como ha ocurrido con la Fiebre del Oeste del Nilo (apareció en USA y tuvimos un caso en Córdoba, en 2008), el dengue se ha corrido desde Asia y África hacia América Latina." Eso explica el científico argentino Osvaldo Canziani, integrante del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas.
La tropicalización ambiental de la Argentina como resultado del cambio climático es propicio para la reproducción y proliferación del Aedes Aegypti, ya que el mosquito no se reproduce con menos de 10 grados. Necesita temperatiras templadas y agua, dos factores cada vez más comunes en los extendidos veranos del sur.
En el Mercosur
Las Comisiones Intergubernamentales sobre el Control del Dengue en el Mercosur difundieron hace pocas semanas estadísticas oficiales. Las que informan que en lo que va de año en Brasil se han reportado 32.306 casos de dengue y 62 muertos, en Bolivia 53.000 contagios y 22 muertos, mientras que en Argentina 5.546 personas ya padecieron la enfermedad y otras cuatro- según cifras oficiales, las extraoficiales llegan a 10 -perdieron la vida a causa de este mal transmitido por la picadura del mosquito "aedes aegypti." Los datos al 10 de abril revelan en Argentina un número de afectados cercano a los 8.000.
Hasta el momento no se han reportado casos en Uruguay y en Chile, donde las autoridades sanitarias han intensificado las tareas para evitar el ingreso de los mosquitos transmisores.
El Mercosur está integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, este último en proceso adhesión plena, y tiene como asociados a Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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