8 abril 2009
BRASIL – La humanidad está indecisa, de momento, en un dilema: o conserva el capitalismo o inaugura un mundo nuevo. "Esa es la gran esperanza con que vamos embalados para las fiestas de Pascua que se aproximan," reflexiona el hermano marista y militante de movimientos sociales, Antonio Cechin.
En el análisis del profesor de Teología y padre Leomar Antônio Brustolin,l lo que más amenaza la esperanza es la crisis. Ella hace que se pierda la confianza en el tiempo, porque no se sabe más su habrá un futuro, dice, agregando: "La crisis de sentido posibilita reflexionar el presente de la historia en la perspectiva de quien desea ‘construir la esperanza.'"
Para el evento Pascual de este año, el Instituto Humanitas (IHU) de la Universidad del Valle del Río de los Sinos (Unisinos) invitó y entrevistó hombres y mujeres, de la academia, del círculo religioso, para testimoniar, de su perspectiva, o significado de la fiesta de resurrección de 2009.
"Seguir a Jesús hoy significa no temer la extrañeza entre el Evangelio y el estilo excluyente de vida que se impone entre nosotros," alertó el padre Brustolin. Él recordó que la humanidad vive en un mundo marcado tanto por la belleza, por el confort y por el placer, así como por el dolor, el vacío y por el mal. "El sufrimiento, entretanto, cuestiona el sentido de la vida."
Pero el Dios cristiano no queda imparcial delante de la acción del mal y "toma posición solidaria con el sufriente y juzga, así, al causante del mal, sea quien fuere." Para eso, será preciso vencer la apatía delante del dolor de los otros," define Brustolin.
En artículo de reflexión pascual, el profesor de Teología de la Facultad EST, Roberto Zwetsch, destacó que la crisis que la humanidad enfrenta el inicio del siglo XXI compromete la vida de las personas. "Esas son las personas crucificadas de nuestros días.
Muchos se preguntan si aún hay esperanza para ese mundo en crisis. Zwetsch acredita que sí, "desde que, como las
mujeres seguidoras de Jesús, sabremos acompañarlo en la muerte y en el camino del túmulo para entonces, con él, sabremos
vivir hoy gestos de Resurrección."
Pascua es pasaje. Judíos celebran en la pascua el paso de la esclavitud a la libertad. Cristianos celebran el paso de la muerte a la vida.
El padre Brustolin afirma que los cristianos son los "parroquianos" del mundo. Explicó: "Parroquianos eran, en el ambiente griego y romano, aquellos extraños que pasaban por algún territorio, ahí se detenían un poco, para en seguida proseguir la
caminada. Los cristianos se sienten extranjeros que viven en tierra extraña, porque ya saben que existe la patria verdadera y degustan de las fuerzas del mundo que vendrá."
Hoy, el seguidor de Jesús está al lado de todos los que pierden sus derechos de vivir, analiza Brustolin.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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