18 marzo 2009 por Mayra Rodríguez
SAN SALVADOR – "No estamos viviendo simplemente una crisis local en Guatemala, local en Argentina, local en El Salvador, local en Brasil, se trata de una crisis que está cuestionando el tipo de civilización que hemos desarrollado" afirmó el obispo Federico Pagura, representante del Consejo Mundial de Iglesias, en un conversatorio con iglesias protestantes históricas salvadoreñas, miembros de la Comunidad Cristiana Mesoamericana y del Foro Ecuménico del Consejo Latinoamericano de iglesias.
El intercambio se realizó en San Salvador el pasado 14 de marzo, como parte de la agenda de una delegación internacional de observadores de las iglesias ecuménicas del mundo, en donde también participó la congresista indígena del Perú, María Sumire.
El obispo Pagura afirmó que este tiempo crítico de la historia pasa por una profunda inquietud social, derivada de la crisis financiera que golpea a las grandes mayorías y que debe llevar al movimiento ecuménico a confrontar lo que está pasando en el mundo y lo que éste está haciendo por la humanidad.
"Cuando los cristianos leamos a los profetas y lo hagamos con seriedad, descubriremos verdaderamente lo que Jesús dijo en la frase yo no he venido a abolir la ley de los profetas, sino a que se cumpla" expresó el Obispo y resaltó que será entonces cuando se darán cuenta de la enorme deuda que la llamada iglesia cristiana tiene hoy con la humanidad.
"Ojala las iglesias, incluyendo las de más grande crecimiento en América Latina, lleguemos a leer a los profetas en serio, y en lugar de entretener a la gente o ayudarla a escaparse de la historia, esos profetas los traigan con cable a tierra y no solamente pensar en el cielo y en la vida más allá de la tierra, sino en la realidad concreta de hoy," expresó este militante del movimiento ecuménico.
"Las iglesias debemos ser instrumentos proféticos de Dios y el ser instrumentos de Dios significa que hoy la profecía no puede cerrar los ojos ante las realidades políticas, sociales y económicas que afectan a nuestros pueblos," opinó el Obispo y concluyó afirmando que "debemos hablar la verdad con claridad y con firmeza, porque es la única manera de recuperar el espacio que nos corresponde como iglesias cristianas y como movimiento ecuménico en el momento que estamos viviendo, debemos aprender a leer el Evangelio a la luz de lo que pasa en el mundo."
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
|