9 marzo 2009 por José Aurelio Paz
LA HABANA, Cuba – Presentado recientemente en la Feria Internacional del Libro, clausurada en La Habana el pasado febrero y ahora con extensión a las provincias del resto del país, el volumen "Historia de la Iglesia Católica en Cuba, La Iglesia en las patrias de los criollos (1516-1879)" viene a llenar un vacío informativo acerca de la presencia de la religión en la mayor de las Antillas.
Escrito por los doctores en Ciencias Históricas Eduardo Torres-Cuevas y Edelberto Leyva Lajara, el acucioso texto pretende, según su propio prologuista e Historiador de la Ciudad de La Habana, doctor Eusebio Leal Spengler, una síntesis global "de las tendencias que marca el desarrollo de la institucionalidad de la Iglesia Católica, integrada al conjunto de la evolución insular," aunque, aclara, que "lo cierto es que, por muy diversas razones, no se ha concretado hasta hoy una historia de la Iglesia y de la religiosidad católicas en Cuba que responda a los requerimientos teóricos y metodológicos de las ciencias sociales contemporáneas."
Interesantes acápites pretenden un acercamiento a tan difícil tema, por su complejidad en cuanto a puntos de vista y elementos historiográficos. Orígenes de la Iglesia Americana y de la Iglesia Católica en Cuba (1516-1564); La Centuria Crítica; El universo religioso criollo en el siglo XVII; El camino hacia el Sínodo y La creación de la Iglesia Criolla (1865-1732), son algunos de ellos.
En los mismos se analizan temáticas tan variadas que van desde los antecedentes del sistema bipolar Estado-Iglesia, pasando por la problemática de las llamadas bulas alejandrinas, hasta llegar a las relaciones entre Roma y América, la consolidación institucional y la presencia de la política y la sociedad en la reforma eclesiástica.
Lean Spglenger, su prologuista, quien proviene de una formación religiosa y posee innumerables títulos y reconocimientos recibidos por el meritorio trabajo de restauración de esa parte de La Habana declarada por la UNESCO, en 1982, Patrimonio de la Humanidad, expresa en sus palabras de introducción al importante libro: "Seamos claros: al afirmar que la historia de la iglesia es una -otra- de las grandes ausentes en la historiografía sobre Cuba, no pretendemos ocultar los esfuerzos que en diferentes momentos han pretendido enriquecer nuestro caudal de conocimientos sobre el tema. En realidad, pensamos que los acercamientos y distanciamiento de los historiadores y, en general, del movimiento intelectual cubano con la historia de la iglesia requerirían un largo, sustancioso y útil ensayo al cual en este momento no aspiramos.
"Hay que señalar, sin embargo -y esa es la inquietud profunda que yace en el origen de esta obra-, que las aproximaciones han sido, en la mayor parte de los casos, marginales, válidas para reconstruir fragmentos de esa historia, inconexos entre si , pero no para elaborar una visión global, objetiva , histórica, del devenir de la Iglesia, en sus múltiples nexos con la sociedad insular y con la identificación de sus principales tendencias presentes en la evolución de la institución."
Aunque, hasta donde se conoce no ha habido una reacción de la jerarquía católica cubana en torno al texto, sí vale destacar que todo acercamiento crítico al fenómeno, y su presencia en la isla, constituye un elemento esclarecedor, en tanto no puede soslayarse su huella identitaria desde los tiempos en que España llevó a cabo su coloniaje sobre el llamado Nuevo Mundo.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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