10 marzo 2009
BUENOS AIRES, Argentina – En un hecho sin precedentes, trece integrantes del Consejo Directivo de la Iglesia Luterana Olaus Petri de la norteña ciudad de Oberá de la provincia de Misiones, en la Mesopotamia argentina, fueron excomulgados y se llamará a asamblea para normalizar la institución.
La gota que colmó el vaso y disparó la sanción fue el cierre del templo por supuestas refacciones, por lo que ayer los pastores debieron celebrar la misa en plena calle. Pero ni la amenaza de lluvia primero ni el sol después, impidieron que más de un centenar de feligreses asistieran al culto dominical.
ALC consultó al pastor Alan Eldrid, presidente de la Iglesia Evangélica Luterana Unida (IELU), de quien depende la comunidad de Oberá. "El eje del conflicto radica en una crisis sobre el modo de ser iglesia. Hay en la mayoría de la comunidad una búsqueda renovada del sentido de ser comunidad de fe, más solidaria, más comprometida con la problemática social y más profunda en su experiencia de fe," dice Eldrid.
Las noticias de medios seculares han reducido el conflicto a desentendimientos entre el Consejo y el pastor Clovis Kurtz. El Presidente va más allá: "Luego de un momento crítico con un despido al pastor, el Consejo Directivo me pidió iniciar un proceso de mediación. El proceso se inició buscando un camino de mediación comunitaria donde las diversas posiciones pudiesen expresarse buscando una visión en común y luego un acuerdo de objetivos y caminos a seguir. Intempestivamente el Consejo Local anunció su salida de la mediación a menos de que antes no se resolviese la salida del pastor. Ante este hecho el Consejo Directivo Sinodal ha decidido que el camino de normalización para la congregación es que se llame a una asamblea donde todos los cargos, inclusive el pastoral, sean puestos a consideración. La respuesta ha sido una nota en la cual se desoye la decisión y se señala que no será acatada."
Ante esta decisión, la IELU envía correspondencia señalando que el desoír las decisiones del Consejo Directivo es motivo de disciplina. El día sábado 7 de marzo, el Consejo Directivo se reúne en la ciudad de Oberá donde también en un cuarto intermedio acuden sus miembros a una reunión solicitada por los mismos. No fue posible utilizar las instalaciones ni el templo ya que había un cartel que rezaba: "Momentáneamente cerrado por refacciones."
El día siguiente, a la hora del Servicio Religioso, las puertas del templo se encontraban cerradas con el mismo cartel sin indicación alguna sobre la alternativa para el Servicio en la Casa de Dios. Más de 150 personas celebraron la Palabra y el Sacramento del Altar en las veredas y parte de la calle.
"Dado que una de las responsabilidades de un Consejo es velar que los Servicios sean conducidos los días y horarios prescritos, existiendo ya una llamado de atención por la negativa a aceptar las resoluciones sinodales, se ha procedido a la excomunión de las personas que componían dicho consejo Directivo sobre la base de conductas reñidas con el propósito tanto de la Iglesia como de la organización jurídica," explica Eldrid, y aclara: "Cabe señalar que no se emite juicio contra la institución del Consejo Directivo, ya que debemos preservar las instituciones que hacen a la vida democrática. Se actúa con respecto a personas que se han apartado de los principios que rigen la institución y su conducción en el camino de la fe. Se ha nombrado un grupo de 10 personas que llamarán a una asamblea de la Congregación para elegir nuevos consejeros y normalizar la situación."
Mientras tanto, el pastor Kurtz sigue cubriendo las necesidades pastorales básicas en la comunidad.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación Fuente: Territorio Digital.com
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