20 enero 2009 por Enrique López Oliva
LA HABANA, Cuba –"Tuve llamados a traicionar la Revolución y al pueblo y a irme y vivir bien," declaró al periódico "Trabajadores," órgano de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), el pastor episcopal, secretario del Consejo de Iglesias de Cuba y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento cubano), reverendo Pablo Oden Marichal.
Precisó: "No hicimos revolución en el gobierno o desde las instituciones políticas y gubernamentales, sino desde nuestras filas. Vino la polarización y muchos se fueron. Representó un pérdida tremenda, porque si toda aquella buena gente, con un compromiso tremendo de fe y revolucionario, no se hubiera marchado, la derecha no habría ganado los espacios que hizo suyos en este medio."
"Algunos creen que los cristianos no estaban preparados para el socialismo." "Fuimos segregados dentro de la Iglesia por ser revolucionarios," subrayó. "Ha existido una discriminación dentro de la Iglesia por ser revolucionarios."
Sobre la discriminación racial en Cuba dijo: "Los cristianos convertimos latigazos a latigazos a miles de sujetos de la piel negra. Ellos para preservar sus creencias, las sincretizaron con las nuestras.
Insistió en que en el Evangelio encuentra tantas motivaciones para luchar por la justicia, la paz y la equiedad, "como un comunista en su sistema de idea sociales."
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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