17 diciembre 2008 por William Delgado
COLOMBIA – "Hemos resultado ser cómplices del gobierno de los Estados Unidos por haber permitido el envío supuestamente de ayuda humanitaria de forma masiva, ayuda económica que ha sido usada para la comprar armas y para militarizar la sociedad civil; las compañías transnacionales también tienen gran responsabilidad por el sufrimiento de las víctimas del conflicto," dijo Christopher Ferguson, miembro del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) en su vista a Colombia, en el marco del programa Cartas Vivas.
¡Ya basta! Ya es tiempo para decir que Colombia quiere la paz y merece la paz; pero no pueden hacerlo si mientras se continúe apoyando las fuerzas de la muerte. Es hora; es momento de acompañar, de solidarizarnos con las comunidades víctimas de la guerra dijo Ferguson en su mensaje expresado a las iglesias en el mundo.
Durante su visita a Colombia, desde el siete hasta el 11 de diciembre pasado, como coordinador del equipo que visitó las regiones de Trujillo (Valle) y Curbaradò (Chocó) en la que participó Jorge Ziljstra del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI), el obispo metodista Aldo Etchengoyen de Argentina, el obispo Solito Toquero de Filipinas, miembros de la Red Ecuménica de Colombia y de la iglesia Presbiteriana en el país, se tomaron de primera mano testimonios de los sobrevivientes de las comunidades afectadas por la guerra.
"Es tiempo de declarar que la paz viene de la justicia; los campesinos, los desplazados, los pueblos indígenas, están pidiendo a gritos que les devuelvan sus tierras, que haya justicia, que el gobierno colombiano cumpla con sus promesas, que cese la violencia y tenemos que decir: Amén. Esa es nuestra tarea como iglesia, la tarea profética, evangelística urgente," añadió el pastor Ferguson, representantye del CMI ante las Naciones Unidas en Nueva York (EE UU).
Ferguson, coordinador de la Delegación del CMI sentenció que como miembros de la comunidad internacional, "tenemos que reconocer nuestra responsabilidad por no haber visibilizado como comunidad internacional la realidad aquí en Colombia de manera suficiente, para que cese la represión de la violación de derechos humanos; hay que responsabilizarnos por las acciones del gobierno de Colombia."
Por su parte, Jorge Ziljstra, secretario de CLAI, para el Caribe y Gran Colombia resaltó el hecho como un gran privilegio de poder traer en nombre de la Comunidad Ecuménica y el CMI, el mensaje de apoyo a toda Colombia; "hacerles saber que no están solos; que queremos acompañarles en esta situación de tanta dificultad que vive especialmente el pueblo de Colombia. Cuando uno envía una carta, espera una respuesta. Y quizás nosotros pudiéramos ser de ahora en adelante, ´cartas vivas` de Colombia para el mundo y llevar la voz de aquellos que están sufriendo, a aquellos lugares donde nos e conoce la realidad que vive este país."
En tanto Oswaldo Ardila, miembro de la Red Ecuménica de Colombia, señaló que la visita del CMI, de ´Cartas Vivas`, "ha sido muy importante porque significa un acompañamiento de solidaridad en un momento tan especial para con las iglesias cristianasen el país. No estamos solos como iglesias. El acompañamiento que se hizo a las comunidades de Trujillo (Valle) de Curbaradó (Chocó), muestra la solidaridad de las iglesias cristianas en el mundo, expresado a través de espacios ecuménicos; también ver cómo se puede hacer incidencia y cómo está funcionando la justicia en nuestro país."
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
|
|