8 septiembre 2008 por Víctor Liza Jaramillo
LIMA, Perú – Representantes de organizaciones evangélicas cercanas a las comunidades andinas y amazónicas, y el Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP), pidieron al Estado que tome una actitud más dialogante con estas y reconozca sus derechos y necesidades.
Estos pronunciamientos se dan luego de que el Congreso derogara los decretos 1015 y 1073 (llamados "Ley de la Selva"), impulsados por el presidente Alan García, en los cuales se pretendía impulsar la inversión privada en terrenos de las comunidades nativos, lo cual desató protestas de sus pobladores durante casi una semana.
Por medio de una carta pastoral, las instituciones evangélicas que trabajan en las regiones andina y amazónica manifiestan que es necesario "que desde el Estado se fomente una actitud de diálogo, así como acciones de reconocimiento y atención a los derechos y necesidades básicas de los pueblos indígenas que coadyuven a un desarrollo con sentido social."
También agregan que el trabajo pastoral y misionero que realizan en la sierra y selva peruanas les permitió "apreciar y valorar la ancestral riqueza y diversidad étnica, cultural y lingüística de los pueblos indígenas andinos y amazónicos, así como las expresiones solidarias y comunitarias que les permiten salir adelante a pesar de la precaria situación en la que viven."
Esta carta pastoral es firmada por Pablo Villogas, de la Coordinadora Nacional de Asociaciones Cristianas Indígenas – Perú (CONACI); Rafael Ahuanari, de la Fraternidad de Asociaciones de Iglesias Evangélicas Nativas de la Amazonía Peruana (FAIENAP); Walter Atencia, de Jesucristupa Alli Willacuyninta Cushisha Apagcuna (JAWCA); y Armando Díaz, de la Misión Integral Nativa de la Amazonía Peruana (MINAP).
Por otro lado, el CONEP, por medio de una declaración pastoral denominada "Por un país inclusivo," demandó al Estado y la sociedad civil "esfuerzos concretos de reconocimiento y solidaridad con los excluidos y excluidas de la sociedad, así como voluntad para encontrar soluciones reales al problema planteado."
El CONEP denunció que las comunidades nativas "viven aún en condiciones de extrema pobreza, exclusión y mala calidad de vida, restringiéndoles el pleno goce de sus derechos humanos, económicos, sociales y culturales," y que esta situación será superada con "una actitud de humildad y de reconocimiento de nuestras responsabilidades éticas."
Ante esto, el CONEP se comprometió a acompañar "a nuestros hermanos y hermanas de las comunidades nativas, a fin de que puedan vivir dignamente," a la vez que invocaron a las autoridades del país "a desarrollar acciones que logren que los pueblos nativos e indígenas sean reconocidos en sus derechos y acompañados en el impulso de un desarrollo inclusivo e integral."
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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