19 junio 2008

BUENOS AIRES, Argentina – La conferencia de pastores y pastoras de la Iglesia Evangélica Luterana Unida IELU), reunida en Buenos Aires, hizo pública una nota donde comparten la preocupación "por el dolor que sigue causando divisiones dentro del ya sufrido pueblo argentino."

Vemos, dicen los ministros, que la situación hoy reconocida como ‘tensión entre el campo y el gobierno' es un síntoma de una problemática más profunda, a saber: a) Distribución de las riquezas; b) Un estilo de política partidaria no dispuesta a generar un diálogo genuino, descalificando a los que no piensan igual; c) Un discurso gubernamental que quiere hacer creer que sostiene su trabajo por y para el pueblo, pueblo que intenta hacerse oír y que en respuesta es reprimido; d) Ante la afirmación oficial de una política económica a favor de los pobres y más necesitados/as, vemos con preocupación que la pobreza crece y se expande.

Ante estas preocupaciones mencionadas, continuan, nos duele que la democracia vaya perdiendo la capacidad de negociación y de alcanzar consensos. "Como consecuencia sobreviene la violencia que se torna intolerante a las voces que se levantan reclamando justicia. De esta manera se desoyen los derechos humanos en el amplio sentido de la palabra, léase: disentir, manifestar, y más allá del pan cotidiano, vivir con dignidad y en plenitud."

Consideran que en este tiempo de crisis "el gobierno no ha vislumbrado que la misma invita a tener nuevas oportunidades de diálogo, escucha respetuosa, y negociaciones productivas."

Llamamos a orar, finaliza la nota, para que no haya defraudación en los que buscan a Dios, que exista una distribución equitativa de riquezas y oportunidades, que son parte del proyecto del Reino de Dios, y que abarque todos los aspectos sociales de nuestro país.

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación