4 junio 2008
ESPAÑA – En el tribunal de Tiaret, una ciudad argelina de 200.000 habitantes a 400 kilómetros al oeste de Argel, media docena de hombres cristianos están siendo juzgados por practicar su fe evangélica y, por primera vez, una mujer musulmana comparece ante un tribunal por haberse convertido al cristianismo.
Según informa El País de España, reproduciendo a la prensa local, el presidente del tribunal preguntó a la acusada Habiba Kouider: "¿Te han dado de beber los curas su agua bendita que te llevará al Paraíso?"
Kouider, de 37 años, es educadora, y fue detenida hace unas ocho semanas cuando la Gendarmería descubrió diez Biblias en el equipaje con el que viajaba en un autobús de Orán a Tiaret. Conducida ante el fiscal, Mohamed Foulene, éste le propuso un trato: "Si vuelves al islam archivo el asunto; si persistes en el pecado, el peso de la Justicia recaerá sobre ti." Kouider lo rechazó y fue acusada de "practicar sin autorización un culto no musulmán," afirma el medio español.
La prensa argelina francófona y también la europea ha seguido el juicio con indignación. "A una cristiana argelina (...) se le exige con frialdad que elija entre la cárcel y la mezquita," escribe el diario El Watan. "Es algo nunca visto desde la independencia," añade. Habiba "es víctima de un ambiente de linchamiento y del auge de los lobbies islamo-conservadores," se lamenta Liberté.
Además de la prensa, la secretaria de Estado francesa para los Derechos Humanos, Rama Yade, tachó el domingo de "triste" y "chocante" el juicio de Tiaret y pidió "clemencia" para Kouider. Ningún otro Gobierno europeo se pronunció públicamente. Las dos ligas argelinas de derechos humanos calificaron de "inquisición" el juicio de Tiaret.
Ignacio Cembrero, periodista de El País, cita al pastor Mustafá Krim, presidente de la Iglesia protestante de Argelia: "Quieren acabar con nosotros. Empezaron con cautela a finales de 2007, y ahora los juicios ya son colectivos mientras se cierran los lugares de culto."
El instrumento es, según Krim, la ley de febrero de 2006 que somete a restricciones el ejercicio de cualquier culto, pero que los cristianos consideran dirigida contra ellos.
Bouaddallah Gholamallah, el titular de Asuntos Religiosos, lo desmiente, pero en una ocasión tachó de "forajidos" a los evangélicos y les reprochó querer formar "una minoría que propicie la ingerencia extranjera en los asuntos internos" de Argelia.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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