20 septiembre 2007
QUITO, Ecuador – Antes de 2010 el gobierno del Ecuador pretende bajar al 10% de su valor actual valor de pago la deuda externa e interna del país, carga que representaba 110% en el año 2000 y actualmente está en 40%, reveló el ministro de Economía y Finanzas del país, Fausto Ortiz.
El ministro participó de la apertura del seminario sobre Fe, Deuda Externa y la Nueva Configuración Económica Internacional, convocada por el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI), el Grupo Nacional de Deuda del Ecuador, el Jubileo 2000 y Pan para Todos, de Suiza. El seminario se realiza en Quito, del 19 al 21 de septiembre.
La deuda externa del Ecuador es de 10 mil millones de dólares y la deuda interna es de 3 mil millones" dijo el ministro Ortiz. Acerca de la política del gobierno Correa, el ministro enfatizó que es decisión del actual gobierno del Ecuador la no aceptación de intervención en la soberanía nacional. El país se endeudará solamente para proyectos de infraestructura. "La atención a la parte social se dará con recursos propios" enfatizó el ministro.
Jon Dillon, de la Iglesia Unida de Canadá y representante del grupo Kairós dijo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) vive una "crisis de legitimidad" por causa del fracaso de los programas de ajuste estructural, que han destruido la capacidad productiva nacional, han determinado bajos niveles de crecimiento económico y aumentado aun más la pobreza.
También la retórica de que pagar la deuda libera a los países de la influencia del FMI no es verdadera, dice Dillon. "Brasil y Argentina liquidaron sus deudas con el FMI pero las políticas económicas de esos países no cambiaron porque los financiadores privados siguen exigiendo las mismas políticas neoliberales del FMI." Ese cuadro de situación ha generado una gran crisis en el FMI. En 2003 el organismo internacional tenía 70 mil millones en préstamos, cifra que bajó a 20 mil millones en 2006.
Eric Toussaint, economista belga y consultor de muchos gobiernos de Europa, afirmó que el momento es favorable a gobiernos con gran legitimidad popular como el gobierno de Correa en el Ecuador. "Los tiempos son favorables a que los gobiernos populares tomen medidas fuertes en contra de las intervenciones en las políticas públicas que acompañan a los préstamos internacionales y de forma especial para la creación del Banco del Sur," enfatizó.
En su análisis, Toussaint asegura que el Banco Mundial y los gobiernos del Norte están preocupados porque los países en desarrollo se están dando cuenta que no pueden seguir colocando 200 mil millones de dólares de sus reservas en el primer mundo y después subordinarse a las condiciones del primer mundo para obtener algunos préstamos.
Para el economista ecuatoriano Eduardo Valencia la codicia, el consumismo desenfrenado y la competencia salvaje son los tres grandes antivalores dominantes en nuestros países. En cambio, propone el rescate de los valores del humanismo, desafiando a las iglesias a esa misión.
"A la codicia hay que combatirla con la prédica de la renuncia, al consumismo desenfrenado con la frugalidad compartida y a la competencia salvaje con la solidaridad, enfatiza Valencia.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
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