10 septiembre 2007
SAN JOSÉ, Costa Rica – En febrero de este año, organizaciones del Movimiento Ecuménico Popular de Costa Rica se pronunciaban contra el proyecto de Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ese país y los Estados Unidos. A siete meses de ese pronunciamiento, y a menos de un mes del referéndum- que se realiza el próximo 7 de octubre- las organizaciones siguen su lucha para decir NO al Tratado.
En este proceso, la Iglesia Luterana Costarricense (ILCO) ha levantado su bandera por el NO al TLC, desde una ética cristiana. El reverendo Melvin Jiménez Marin, obispo de la ILCO, viene siendo una de las voces de la campaña. "Decir NO a TLC en Costa Rica en el referéndum del próximo 7 de octubre, es un deber de todo cristiano que se precie ser seguir los pasos de los profetas y Jesús, que siempre estuvieron al lado de los mas pobres y desfavorecidos. Ya sabemos lo que los TLCs han hecho en México y Chile y ahora hacen en los países centroamericanos, pues han traído riqueza para unos pocos ricos y más miseria y pobreza a las grandes mayorías," manifestó.
En el marco de esa campaña, el pasado 30 de agosto se realizó en el salón de Expresidentes de la Asamblea Legislativa, el panel: Informe Centroamericano de Derechos Humanos, algunas implicaciones del TLC en la región y la situación actual en Costa Rica.
El Dr. Rubén Chacón Castro, Coordinador del Programa Jurídico de la Iglesia Luterana Costarricense, dijo que el Informe Centroamérica 2005 – 2006 desde una perspectiva de Derechos Humanos, es "una crónica sobre la problemática de los derechos humanos" desde la visión de diversas organizaciones de la sociedad civil que trabajan la temática de Derechos Humanos en Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Panamá.
El informe expone temas como violencia e impunidad, violencia contra las mujeres, contra la niñez, un análisis del deterioro normativo de las garantías legales de los Derechos Humanos y del incumplimiento de los compromisos internacionales con respecto a los mismos.
Según Chacón, este Informe busca fundamentar tres cuestiones: 1) La problemática de los Derechos Humanos tiene un sustrato económico que será modificado con la aprobación del TLC en su orientación mas negativa; 2) el informe se configura como una referencia alternativa para el estudio de los Derechos Humanos en los países de Centroamérica; 3) es un esfuerzo de organizaciones de la sociedad civil centroamericanas que trabajan directamente con los Derechos Humanos.
En este contexto el obispo Jiménez Marin, destacó que "las iglesias no pueden ser indiferentes; no hay separación entre la fe y la realidad," manifestando así el firme apoyo de la ILCO a las organizaciones sociales movilizadas. También amplió el llamado, pidiendo al pueblo evangélico que asuma una posición activa frente al próximo proceso de referéndum, teniendo en cuenta que el TLC resulta ser una herramienta de violación a los Derechos humanos y una decisión nefasta para Costa Rica.
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación
|