22 agosto 2007

LIMA, Perú – Transcurrida una semana luego del devastador terremoto del pasado 15 de agosto, que dejó muy destruidas las ciudades de Ica, Chincha y sobretodo Pisco, se ha iniciado la limpieza y reconstrucción de las mismas, anunció el presidente peruano Alan García. Esta limpieza ha comenzado gracias al aporte de maquinarias especiales de parte del sector privado.

Para ello, se ha abierto el programa "Construyendo," el cual dará trabajo a cuatro mil pobladores de la ciudad de Pisco, la zona más afectada, y dos mil tanto en Ica como en Chincha. Este programa consta de dos etapas: la limpieza y levantamiento de escombros; y el proceso de reconstrucción.

Al respecto, el experto en sismos y asesor externo del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), Julio Kuroiwa, manifestó que la ciudad de Pisco debía ser reconstruida con dirección al sureste, para evitar mayor gasto y porque que la zona donde está ubicada es muy frágil.

De otro lado, los mercados de Pisco han reabierto sus puertas, luego de que estos cerraran por temor a los saqueos y actos vandálicos que se produjeron en los días posteriores al terremoto; además de que algunos de sus locales quedaron en mal estado.

Además, brigadistas del Ministerio de Salud han llegado a las zonas del desastre para efectuar trabajos de fumigación en las áreas afectadas, e instalar letrinas para verter las inmundicias que han quedado en las tres ciudades. También serán instalados 130 servicios higiénicos portátiles, para evitar la propagación de epidemias en estos lugares, debido a la falta de baños.

El pasado 15 de agosto, un terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter sacudió durante poco más de dos minutos gran parte del territorio peruano, siendo Pisco la ciudad más afectada de todas, con el 80 por ciento de sus casas destruidas, junto a Ica y Chincha, localidades a 300 kilómetros al sur de Lima. La capital peruana y el puerto del Callao también sintieron la intensidad del terremoto, pero con menores consecuencias.

Este siniestro, considerado por expertos como el peor de la historia, ha dejado el saldo de casi 600 muertos, miles de heridos y cien mil damnificados que se han quedado sin viviendas.

Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación